La industrialización, la redistribución del ingreso y la reducción de la desigualdad marcan el horizonte del país en el primer año de gestión del presidente Luis Arce Catacora. La Bolivia del Bicentenario, la del Vivir Bien, se encamina.
El programa de Gobierno del Movimiento Al Socialismo - Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS - IPSP) denominado “Agenda del pueblo para el Bicentenario y el Vivir Bien” proyecta un Estado que elimine totalmente la pobreza y que todos los bolivianos tengan ingresos que les permitan una vida digna.
“Para ello pretendemos combinar la política social mediante los bonos junto con la mejora de la productividad, lo cual no solo implica mejorar cualitativamente la educación y salud sino que implica generar un entorno para que los ciudadanos de Bolivia puedan desarrollar sus emprendimientos en un marco de libertad plena (sic)”, se lee en el documento.
La estrategia del MAS apunta a convertir a Bolivia en una potencia regional en base en la combinación del incremento de la productividad con equidad.
La reconstrucción de Bolivia
El 18 de octubre de 2020, según los datos oficiales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el MAS, que tuvo como candidato a Luis Arce, logró un respaldo nacional de 3.394.052 votos (55,11%) en comparación al 1.775.953 (28,83%) de Carlos Mesa, quien ocupó el segundo lugar como candidato de la alianza de oposición Comunidad Ciudadana (CC). Así dio fin al régimen de Jeanine Áñez.
Arce fue posesionado el domingo 8 de noviembre de 2020 en la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde aseguró que el Gobierno de facto dejó una economía en crisis, con aumento del desempleo, la pobreza y las desigualdades.
“Tenemos ante nosotros el gran desafío de volver a reconstruir nuestra economía, de generar certidumbre, de generar crecimiento con redistribución del ingreso, de reducir las desigualdades económicas y sociales, pero estamos seguros que trabajando junto al pueblo lograremos una vez más superar las adversidades”, aseguró en el acto de su posesión en aquella oportunidad.
Desde entonces, aplicó medidas para contrarrestar las crisis política, económica, educativa y sanitaria en busca de la reconstrucción de Bolivia y su estabilidad tras el golpe de Estado de 2019. A un año de gestión, presenta avances.
En su primer informe de gestión en la Asamblea Legislativa Plurinacional, el 8 de noviembre de 2021, el mandatario hizo las evaluaciones de los logros alcanzados.
“Este 8 de noviembre, podemos decir que estamos cumpliendo con el compromiso que adquirimos con el pueblo: generar estabilidad, volver a la senda del crecimiento económico con justicia social, avanzar en la industrialización con sustitución de importaciones, luchar contra la pandemia con soluciones estructurales y coordinadas que no paralicen nuestra economía, como las vacunas para toda la población, mejorar la calidad educativa de nuestra niñez, adolescencia y juventud, así como no claudicar en el camino de la memoria, la verdad y la justicia. Todo lo mencionado ya está encarrilado rumbo al país que queremos construir para celebrar nuestro Bicentenario”, aseguró.
A casi un año de la posesión del presidente Arce, los protagonistas del golpe de Estado buscan repetir acciones de desestabilización como el paro indefinido, estrategia que aplicaron en 2019. Se oponen al Gobierno pese a los resultados de gestión.
El movimiento cívico, sobre todo el Comité Pro Santa Cruz y el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) convocaron, junto a otras organizaciones, a una suspensión de actividades en todo el país a la que denominó un “paro multisectorial indefinido” desde el 8 de noviembre.
Los sectores que ahora organizan el paro argumentan que la Ley de Estrategia Nacional de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el Financiamiento al Terrorismo afecta a sus intereses. La convocatoria fue apoyada por el Comité Nacional por la Defensa de la Democracia (Conade) que anunció bloqueos.
No se limitan al cuestionamiento de la norma. Comcipo declaró personas no gratas al presidente Luis Arce y al vicepresidente David Choquehuanca. Además, convocó a movilizaciones que dejaron el martes 9 de noviembre un campesino fallecido. El presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, habló, el miércoles 10 de noviembre, de “tumbar” al Gobierno.
“Las declaraciones de los comités cívicos muestran claramente su intención golpista, desnudaron la cara democrática que querían mostrar al pueblo boliviano. Hoy, la derecha está clara. Dijo el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz que hay que tumbar el Gobierno de Lucho Arce; pero, desde el Chapare, le decimos, conjuntamente el pueblo boliviano, eso no lo vamos a permitir”, advirtió Luis Arce en una concentración masiva de militantes y simpatizantes del MAS desde el trópico cochabambino.
En contraste a las acciones impulsadas por sectores cívicos en contra de la gestión gubernamental, el MAS - IPSP considera que los cambios experimentados entre 2006 y 2018 fueron posibles a la unidad del pueblo boliviano y no así la lógica aplicada en el régimen de Áñez entre 2019 y 2020. Por ello, el Gobierno nacional apuesta al diálogo.
Rumbo a la Bolivia del Vivir Bien
Los lineamientos para una Bolivia del Bicentenario están planteados. Los primeros 12 meses de gestión encaminan las medidas con esa proyección. La agenda del pueblo rumbo al 2025 tiene cuatro dimensiones de prioridad y la consolidación de la base económica del futuro.
La primera dimensión es la redistribución del ingreso y reducción de la desigualdad; la segunda, la generación de oportunidades económicas y empleo digno transformando.
El Estado al servicio de la sociedad con más justicia, más seguridad y menos corrupción y burocracia es la tercera dimensión. Se suma la agenda ambiental para el desarrollo con respeto a la Madre Tierra.
Esas cuatro dimensiones están acompañadas por un pilar que es la consolidación de las bases económicas del futuro.
Las proyecciones no son resultado de un trabajo reciente. Cuentan con la denominada Agenda Patriótica 2025, que es una propuesta elaborada en conjunto con el pueblo para una Bolivia digna y soberana. El documento tiene 13 ejes.
- Erradicación de la pobreza extrema.
- Socialización y universalización de los servicios básicos con soberanía para Vivir Bien.
- Salud, educación y deporte para la formación de un ser humano integral.
- Soberanía científica y tecnológica con identidad propia.
- Soberanía comunitaria financiera sin servilismo al capitalismo financiero.
- Soberanía productiva con diversificación y desarrollo integral sin la dictadura del mercado capitalista.
- Soberanía sobre nuestros recursos naturales con nacionalización, industrialización y comercialización en armonía y equilibrio con la Madre Tierra.
- Soberanía alimentaria a través de la construcción del saber alimentarse para Vivir Bien.
- Soberanía ambiental con desarrollo integral, respetando los derechos de la Madre Tierra.
- Integración complementaria de los pueblos con soberanía.
- Soberanía y transparencia en la gestión pública bajo los principios de no robar, no mentir y no ser flojo.
- Disfrute y felicidad plena de nuestras fiestas, de nuestra música, nuestros ríos, nuestra selva, nuestras montañas, nuestros nevados, de nuestro aire limpio, de nuestros sueños.
- Reencuentro soberano con nuestra alegría, felicidad, prosperidad y nuestro mar.
El presidente Arce sostuvo que el horizonte político es llegar a la celebración del Bicentenario con una patria de la que todas y todos los bolivianos se sientan orgullosos, eso con base en el Plan de Gobierno, la Agenda Patriótica y el actual Plan de Desarrollo Económico y Social 2021 - 2025 “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, Hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones”, construido escuchando al pueblo en las cumbres de reconstrucción económica y productiva, recogiendo los avances de otros planes de desarrollo como los de 2006 - 2011 y 2016 - 2020.
“Al cumplirse esos 200 años, nuestra querida Bolivia, refundada por voluntad de la inmensa mayoría de nuestra población como Estado plurinacional en 2009, habrá avanzado mucho más de lo que ya se hizo hasta ahora hacia la plena independencia económica y soberanía política. Esto quiere decir que, al llegarse a la primera cuarta parte del siglo XXI, esta parte del territorio latinoamericano será cada vez más patria digna, soberana y libre de injerencias”, aseveró.
Según el programa de Gobierno, desde el punto de vista geopolítico estratégico, se busca la implantación de las bases de un país que sea protagonista en el escenario mundial.
“Debemos potenciar nuestra identidad y perspectiva particular desde el Vivir Bien. Nuestro rol a nivel internacional tiene que verse fortalecido a partir de mostrar nuestro enfoque de respeto a la vida en todas sus expresiones (materiales e inmateriales), propugnando una cultura de diálogo y paz para todo el mundo”, se lee en el documento.
“Serán más los hechos que las palabras que darán cuenta a las presentes y futuras generaciones de la dimensión del sueño con el que el pueblo inspiró su lucha contra el neoliberalismo, desencadenando la Revolución Democrática y Cultural e impulsando la consolidación del Estado Plurinacional”, indicó el mandatario en su informe de gestión.
Aseguró que “la Bolivia del Vivir Bien” sintetizará los ideales anticoloniales, independentistas, nacionalistas y socialistas por los cuales lucharon generaciones.
“Para eso, como está dicho, al 2025 llegaremos, sobre la base de la restauración y profundización de nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo, con una Bolivia que haya avanzado mucho más en la laboriosa tarea de la reducción de las desigualdades sociales, económicas y de género que nos oprimen el corazón desde la república”, mencionó.
Las aspiraciones del Gobierno a un año de gestión es llegar al Bicentenario con una Bolivia que, sobre la base de un Estado fuerte y protagónico, tenga garantizada la estabilidad macroeconómica y social, una sostenible inversión pública, industrias de productos estratégicos que sustituyan importaciones de bienes y capital, y exportaciones con valor agregado que generen ingresos para todos y todas.
Desde el Gobierno, se busca encarar con decisión la educación, investigación, ciencia y tecnología para el fortalecimiento y desarrollo de capacidades y potencialidades productivas. Asimismo, la economía, la industrialización, la ciencia y la tecnología al servicio de la independencia, y en armonía con la Madre Tierra.
“Hoy, al cumplirse el primer año de nuestro gobierno, tras haber recuperado la democracia intercultural, quiero convocar a nuestro pueblo a ratificar su confianza en nuestro Proceso de Cambio, rectificando lo que deba ser rectificado, profundizando todo lo que se hizo bien y encarando los nuevos desafíos”, planteó.
Aseguró que los desafíos propuestos se encararán con la unidad del pueblo boliviano, las organizaciones y movimientos sociales, profesionales, pequeños y grandes empresarios, las juventudes, las familias.
Las proyecciones están planteadas y así lo reconoce Luis Arce: “En este primer año de gobierno, caminando junto al pueblo, hemos devuelto la esperanza, la certidumbre y la estabilidad a las familias bolivianas”.