“Todas las democracias albergan a demagogos en potencia y, de vez en cuando, alguno de ellos hace vibrar al público. Ahora bien, en algunas democracias, los líderes políticos prestan atención a las señales de advertencia y adoptan medidas para garantizar que las personas autoritarias permanezcan marginadas y alejadas de los centros de poder. Frente al auge de extremistas o demagogos, protagonizan un esfuerzo conjunto por aislarlos y derrotarlos”, Slavoj Zizek.
En una coyuntura política polarizada en los festejos del 211 aniversario de la gesta libertaria del departamento de Santa Cruz, esta región del país, que aporta generando el 70% de los alimentos que consume el país, aparte de exportar más de 2,5 millones de toneladas, dándole el título del granero de Bolivia, también se la reconoce por su fuerza emprendedora donde seis de cada 10 personas en edad de trabajar viven en Santa Cruz. Según el INE, a julio de 2021, la Población Económicamente Activa fue de 1,5 millones de personas en el área urbana del departamento, con más de 3,2 millones de habitantes hasta 2019, de los cuales tres cuartos son menores de 40 años y aportando alrededor del 30% del PIB del país.
La reactivación de la economía de las empresas se encuentra por un buen camino por su sed por seguir creciendo, como se demuestra en los resultados de la Rueda de Negocios de la Fexpocruz 2021, con una intensión de negocios de 98,5 millones de dólares, dando una buena señal de que las empresas empiezan a invertir y, por ende, generando mayores recursos y empleos.
Pero todas estas buenas noticias son empañadas por el sectarismo y el exacerbado regionalismo del gobernador, con discursos llenos de resentimiento y buscando pretextos para poder eludir sus responsabilidades por la falta de gestión y obras para el departamento, y su papel funesto en el golpe de Estado del que fue partícipe, donde generó línea política y posesionó autoridades que eran sus amigos de fraternidad carnavalear, los que resultaron ser unos pícaros como el ex gerente de ENTEL.
Pero tenemos que hacer recuerdo a este odiador, que Santa Cruz y todo su crecimiento está basado en la migración, como su familia de procedencia cochala. La pregunta es en qué momento dejamos salir a estos fantasmas del racismo y el desprecio al otro, donde se enseñan contra los emblemas nacionales que representan las 36 nacionalidades, porque, aunque le duela, Bolivia es pluricultural y Santa Cruz es el departamento más plural del país, donde los orígenes tanto de tierras altas como de tierras bajas coinciden en este departamento lleno de oportunidades.
No dejemos perder lo que caracteriza al cruceño, la hospitalidad, por discursos disfrazados de racismo al más viejo estilo de Benito Mussolini, donde ser fascista era sinónimo de la blanquitud. Recordemos al gobernador cuando andaba inaugurando construcciones de sus empresas, como el Hospital de las Américas, y ahora no inaugura ni una banca en un hospital, pero sí llena de odio a sus correligionarios que son buenos para destruir enseñas patrias y despreciar al que no dice puej.
Martín Moreira/.