Tras las elecciones subnacionales el mapa político de Bolivia se reconfigura con un actor protagónico, el MAS IPSP. Ya en la noche del 7 de marzo tras conocerse los primeros resultados electorales en boca de urna muchos analistas afirmaban lo que es ya una obviedad, el MAS IPSP es la fuerza política con mayor presencia territorial en el país. Por supuesto que es así, de lo contrario no habría participado de la contienda subnacional en todas y cada una de las gobernaciones y alcaldías. Lo que llama la atención son las fuerzas opositoras al MAS IPSP centradas más que en siglas y colores, en personajes muy específicos como Iván Arias, Eva Copa, Luis Fernando Camacho, Gary Añez y Manfred Reyes Villa.
El sistema natural de pesos y contrapesos políticos reconfigura el tablero político nacional con un Movimiento Al Socialismo victorioso en cinco Gobernaciones y forzando la segunda vuelta electoral en dos. Por otro lado, importantes ejes de articulación del fascismo opositor a rajatabla al gobierno central y otros polos de oposiciones democráticas. Encabeza el primer grupo Manfred Reyes Villa, de quien hasta el día de hoy no se sabe cómo consiguió BS. 2.339.000 en menos de una semana para habilitarse como candidato a la alcaldía de Cochabamba, seguramente ameritó una muy buena inversión para este personaje político acusado de articular con el servicio militar pasivo el Golpe de Estado en Bolivia en noviembre del 2019. Otro personaje de este mismo grupo y no menos irreverente es Luis Fernando Camacho quien admitió públicamente que su padre habría pagado a militares y policías para orquestar el Golpe de Estado a través de los amotinamientos que concluirán con la subversión del orden constitucional vigente. Iván Arias virtual alcalde de La Paz es otro no menos nefasto personaje del golpismo artífice de las destrucciones de las empresas públicas estatales y reducción del Estado a su mínima expresión fiel a las directrices neoliberales de un régimen totalitario. A través de esos tres personajes virtuales autoridades el fascismo intentaría reeditar la denominada “Media Luna” de los años 2008 – 2009.
Otros personajes políticos de vertiente social-demócrata o demócratas-neoliberales serán pendulares a la disputa política frontal entre la oposición fascista y el gobierno central. En condiciones democráticas perfectas cada alcalde y gobernador debiera preocuparse por el cumplimiento de sus propuestas electorales y en generar el mejor sistema de alianzas entre los diferentes niveles de gobierno, en especial el del gobierno central. Pero Bolivia ya demostró que no goza de una democracia perfecta, ya que de ser así no se habría gestado el Golpe de Estado el año 2019 y por el lapso de 11 meses con nefastos hechos como las masacres de Sacaba, Senkata, Kara – Kara cursantes en la CIDH y otros muchos organismos internacionales de protección de los derechos humanos.
Desde el MAS IPSP ahora si toca concentrarse en los enemigos externos y dejar las disputas internas para momentos más favorables, tomar decisiones frías y certeras; ya que por buscar vuelos certeros de reconciliación y equilibrio entre alas derechas e izquierdas no está volando el cóndor por falta de horizonte, dirección, firmeza, memoria y fuerza.
Los mal llamados dedazos por propios y extraños deben ser juzgados de manera ecuánime y justa ya que la victoria del MAS IPSP en las Gobernaciones se atribuye a la Dirección Nacional de Evo Morales. Por otro lado, las derrotas en la mayoría de las alcaldías de las capitales de Departamentos son resultados de los que deben responder los responsables. Para consolidarse el Movimiento Al Socialismo debe proyectar liderazgos urbanos mucho más fuertes y disputar las capitales de departamentos. Urbanizarse o resignarse a atrincherarse en lo rural.
Gabriel Villalba Pérez /.
