La Paz, 30 de mayo de 2022 (ABI).- La Resistencia Juvenil Cochala (RJC) es una organización ilegal de carácter político y fue parte de la estructura del Golpe de Estado de 2019, porque respondía a intereses de un sector que desestabilizó la democracia en Bolivia, dijo la noche de este lunes el analista político, Luis Arancibia.
"La RJC es una organización ilegal de carácter político, que tiene una finalidad represiva porque respondía a un interés político de un sector específico que desestabilizó la democracia en Bolivia”, aseveró en entrevista con el canal Bolivia Tv.
Arancibia comparó a la RJC con los grupos paramilitares que operaban durante las dictaduras militares y aseveró que los pronunciamientos de instituciones como el Conade o de partidos políticos como Creemos, que pidieron salir en defensa de los miembros de la RJC procesados ante la justicia, lo que buscan es impunidad.
“La RJC allanó el camino del golpe de Estado en noviembre de 2019, lo que permitió que se imponga un gobierno de facto con apoyo de un sector de la Policía”, insistió.
Sostuvo que, en 2019 los defensores del republicanismo intentaron reimponer esa cultura racista no solo con la fuerza estatal y el terrorismo de Estado que desató el exministro Arturo Murillo, sino con la organización de grupos parapoliciales que le facilitaban el trabajo a ciertos sectores policiales, que reprimieron brutalmente con motivaciones racistas a indígenas y campesinos que se movilizaban en defensa de la democracia.
“Conade, Creemos y otras agrupaciones similares lo que buscan es impunidad; ellos saben, están conscientes, que han sido actores intelectuales y financiadores de grupos parapoliciales, y en esa medida necesitan exacerbar la politización del tema, para que la atención se centre en un falso debate entre fuerzas políticas, y se olviden que el objetivo final es hacer una suerte de reparación a las víctimas del golpe de Estado”, declaró.