Santa Cruz, noviembre 22, 2022 (ABI).- La paraestatal Unión Juvenil Cruceñista (UJC) desplazó a sus llamadas “guardias de honor” a un reclutamiento de nuevos militantes menores de 35 años, en los puntos donde aún se mantiene bloqueos en la capital cruceña. Les ofrece que tendrán derechos jurídicos y “a nivel departamental”.
La noche del martes, las redes sociales se inundaron de imágenes de actos de reclutamiento, como en el lugar denominado “18 de marzo”, integrado por jóvenes de barrios populares.
Un sujeto de aproximadamente 30 años, vestido de polera verde con la insignia de la UJC, llegó en una vagoneta moderna hasta un punto de bloqueo. Descendió del vehículo y entregó una botella de bebida alcohólica, aparentemente, y un paquete de comida. La responsable del grupo, llamada Magy, recibe la “donación de todo corazón”.
El unionista explicó –según el video- que la “donación” proviene de fondos enviados del exterior y de Bolivia para sostener el paro indefinido que “ni cagando” puede ser interrumpido tras más de un mes de conflicto por el “Censo 2023, si o si”.
Les ofrece cumplir con la promesa de pagarles “por los 30 días trabajados”, además de afiliarlos a la Unión Juvenil Cruceñista mediante formulario notariado, con efectos jurídicos y con “derecho” a ser asimilados en algún cargo público, aparentemente la Gobernación de Santa Cruz bajo administración de Luis Fernando Camacho, excívico y reorganizador de la UJC.
De acuerdo con el Estatuto de la UJC, la estructura organizativa de esta organización se basa en acciones “cívicas” de apoyo a la “geopolítica regional”, que no es otra cosa que la “federalización” o “separatismo”, mediante sus militantes mayores de 16 y menores de 35 años de edad que estén en “condiciones físicas y mentales” para dichos actos, además nacidos u oriundos de la “cultura camba” o Santa Cruz.
Las denominadas “guardias de honor”, son grupos de choque debidamente entrenados en acciones paramilitares que, desde su fundación, en la década de los 50, los ha caracterizado como el “brazo militar” del Comité Cívico pro Santa Cruz, determinado por su fundador Carlos Valverde B, un connotado político pro-nazista criollo.
Al marcharse el reclutador de los jóvenes de “18 de marzo” no reparó que estaba siendo filmado y que el video fuera subido a las redes sociales.
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