La Paz, 26 de mayo de 2025 (ABI).- El presidente Luis Arce celebró este lunes los 287 años de historia y fe de la iglesia metodista en el mundo y entregó la personalidad jurídica a la Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia para profesar, enseñar, contribuir y practicar su religión, en un masivo acto celebrado en el colegio Instituto Americano de La Paz.
“Ha sido escuela clandestina cuando la educación era prohibida. Ha sido clínica en la guerra del Chaco. Ha sido brazo solidario cuando el hambre, la sequía o la inundación golpeaban nuestras casas. En la educación, la salud y el desarrollo rural, el metodismo ha dejado huellas indelebles”, destacó.
El coliseo del Instituto Americano de La Paz fue escenario de esta celebración por los 287 años de la Iglesia Metodista en el mundo. Junto a Arce estuvo el vicepresidente David Choquehuanca y las autoridades de la iglesia.
El presidente recordó que su padre y hermano dictaron clases en este colegio administrado por la Iglesia Metodista de Bolivia.
“A nombre del Estado Plurinacional de Bolivia rindo homenaje a esta noble Iglesia, a sus pastores, pastoras, a sus fieles, a su historia y sobre todo a su incansable vocación de servicio. Que su llama siga ardiendo en el corazón de nuestro pueblo y que su obra siga inspirando generaciones por venir”, afirmó.
La presencia de la Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia se remonta a 1906, y el 20 de agosto de 1907 se funda el Instituto Americano de La Paz. Entre sus actividades están también la salud y proyectos de desarrollo en el área rural.
Aprovechando el aniversario, el presidente Arce entregó la personería jurídica a las autoridades de la Iglesia Metodista en Bolivia, luego que adecuara sus normas internas a la normativa legal vigente.
“Tenemos la absoluta certeza que munidos de este instrumento jurídico, nuestra Iglesia Metodista seguirá, continuará contribuyendo a la gran marcha del pueblo boliviano hacia el horizonte del vivir bien”, afirmó y recordó que Bolivia es un Estado laico, “pero es también un país profundamente espiritual y reconoce con humildad y agradecimiento, el aporte invaluable de las iglesias, como la metodista”.
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