El especialista español Julián Macías informó este miércoles que el exfuncionario de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Mark Feyesen, fue uno de los representantes para América Latina de la empresa CLS Strategies de Estados Unidos (EEUU), que fue contratada por el gobierno de facto de Jeanine Áñez para crear cuentas falsas y realizar campañas de desinformación en las redes sociales (RRSS).
“Juan Cortina y Mark Feyesen eran los responsables de sus acciones en América Latina (de la empresa). De tal manera que el elemento más grave de esto es que Max Feyesen fue funcionario de la OEA, para Estados Unidos”, dijo en una entrevista en el programa “Primer plano” de Bolivia Tv.
Según Macías, Feyesen llegó a ser funcionario de la OEA en gobiernos norteamericanos anteriores, posiblemente en el de Barack Obama.
Recordó que el exfuncionario del organismo internacional fue también asesor principal de una agencia de cooperación de la cual dependen los fondos que recibe la National Endowment for Democracy (NET), que financia a varios agentes locales en Bolivia que apoyaron el golpe de Estado de 2019, entre ellos la Fundación Fides.
“La agencia de noticias, con origen también ultracatólico, que apoyó y estuvo cubriendo con noticias falsas este golpe de Estado”, acotó.
Además, el especialista español manifestó que otro hecho grave en el caso radica en que el gobierno del actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, volvió a contratar a Feyesen como el principal asesor de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) para América Latina.
“Entonces, bueno, no solo vemos que hubo impunidad en estas acciones en las redes sociales, sino que incluso tuvieron premio. Alguien que participó en un golpe de Estado es nombrado en un alto cargo en la relación con los países de América Latina por parte del gobierno de Estados Unidos”, añadió.
El experto ibérico en redes sociales rememoró, por otro lado, que Feyesen es amigo de Roger Noriega, otro exfuncionario de la OEA para Estados Unidos, durante el gobierno de George Busch, que forma parte de la política internacional norteamericana para América Latina de financiamiento de “organismos puramente golpistas”.

