Foto: Vicepresidencia
Bolivia presenta evidencia ante la OMS para desclasificar la hoja de coca de la Lista I y diferenciar su uso ancestral del narcotráfico

Bolivia presenta evidencia ante la OMS para desclasificar la hoja de coca de la Lista I y diferenciar su uso ancestral del narcotráfico

Ginebra, Suiza, 21 de octubre de 2025 (ABI). – En la 48ª reunión del Comité de Expertos en Farmacodependencia (ECDD) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizada en Ginebra del 20 al 22 de octubre de 2025, el Estado boliviano participó junto a especialistas para exponer la situación de la hoja de coca.

Durante el encuentro, la delegación presentó evidencia científica y argumentos jurídicos que sostienen que la hoja de coca en su estado natural no cumple los criterios que justifican su permanencia en la Lista I de la Convención Única de 1961.

“En los usos ancestrales —tales como el acullico y la infusión— la hoja de coca presenta baja peligrosidad, un perfil de seguridad amplio y bajo potencial de dependencia. No se registran eventos letales atribuibles a estos usos, ni patrones de consumo compulsivo a escala poblacional”, refiere una nota de prensa de la Vicepresidencia.

La Vicepresidencia informó que esta constatación empírica es coherente con la naturaleza compleja de la matriz botánica, donde los alcaloides coexisten en trazas junto a polifenoles y otros constituyentes con actividades antioxidantes y antiinflamatorias plausibles, que ameritan ampliar la investigación clínica.

Los análisis aportados ante el ECDD y los resultados preliminares del examen crítico de la OMS abarcan la química de la planta, farmacología, toxicología, epidemiología y evidencia antropológica.

Desde una perspectiva estrictamente técnica, Bolivia aclaró que la relación entre hoja de coca y cocaína es de naturaleza extractiva y no de convertibilidad.

La cocaína no surge de una transformación espontánea del uso tradicional; se obtiene mediante procesos de extracción y purificación que implican insumos químicos específicos y etapas industriales ajenas a las prácticas culturales.

En consecuencia, la atribución de riesgos debe ubicarse en la cadena ilícita de refinación y en el desvío de precursores, no en el cultivo lícito, el acullico ni la infusión.

Bolivia sostuvo que la clasificación actual de la hoja de coca en la Lista I —categoría reservada a sustancias de alto riesgo y nula utilidad terapéutica— resulta incompatible con la evidencia ya reportada en el borrador de la OMS y con las obligaciones internacionales de derechos humanos que protegen las prácticas culturales y medicinales de los pueblos indígenas.

En la sesión, el Estado boliviano propuso una agenda técnica que incluye reforzar la trazabilidad agrícola y los estándares de calidad para las cadenas lícitas; diferenciar regulatoriamente la materia prima vegetal de los productos concentrados e ilícitos; intensificar la cooperación regional en control de precursores y en inteligencia financiera; y promover ensayos clínicos multicéntricos para caracterizar los potenciales efectos protectores (cardiovasculares, metabólicos y antiinflamatorios) asociados a la hoja en su forma tradicional.

"La evidencia científica evaluada por la OMS ya distingue de manera inequívoca la hoja natural de la cocaína purificada. Mantener a la hoja en la Lista I desatiende el estándar de prueba requerido, ignora las prácticas ancestrales de nuestros pueblos y distrae recursos de control donde verdaderamente se generan los daños. Reclamamos una rectificación basada en ciencia, proporcionalidad y respeto a los derechos de los pueblos indígenas”, afirmó en la declaración oficial, el secretario General de la Vicepresidencia, Juan Carlos Alurralde.

nj/Mac


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