Censista cruceño responde a críticas: Si iban a tener tanta susceptibilidad por qué no se registraron como voluntarios

Censista cruceño responde a críticas: Si iban a tener tanta susceptibilidad por qué no se registraron como voluntarios

Santa Cruz, 25 de marzo de 2024 (ABI). – Matías Bejarano, uno de los más de medio millón de censistas voluntarios que se movilizaron el sábado en el Censo de Población y Vivienda 2024, replicó a quienes agredieron a sus compañeros grabándolos con sus celulares y acusándolos de cometer un “fraude” por borrones en las boletas censales.

“Si iban a tener tanta susceptibilidad por qué no se escribieron como voluntarios”, cuestionó el joven estudiante, quien se enroló como voluntario para apoyar el operativo censal.

A él le tocó censar 21 viviendas en Santa Cruz, donde por 36 días se realizó un paro entre octubre y noviembre de 2022 para que el censo se realice el 2023 y no este 2024.

La prolongada movilización fue impulsada por el Comité Interinstitucional, que fue integrado por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, la Gobernación de Santa Cruz, el Comité Pro Santa Cruz y otras instituciones.

“En los 36 días éramos artísimos pidiendo Censo el 2023, hubo el censo y no apareció ninguno”, reprochó el censista en un video que publicó en su cuenta de Tik Tok durante la jornada censal.

En el inicio de su grabación, de forma sarcástica, Bejarano “agradeció” al presentador Carlos Valverde “por su excelente trabajo, porque lo que debió durar treinta minutos está durando una hora” y porque, además, “hay muchas personas que no quieren ser censadas, sino tomamos sus datos con lapicero y, bueno, no se puede, es con lápiz y los que perdemos somos nosotros, porque son personas que no están llenando sus formularios y, por lo tanto, no serán contadas”.

Días previos a la jornada censal, Valverde cuestionó que para llenar la boleta censal se pida el nombre y apellido, y, además, de forma incorrecta, dijo que se pedía la cédula de identidad de las personas.

Al igual que Valverde, la periodista Amalia Pando dijo que “nunca se ha hecho en el planeta un censo con nombre y apellido”, desconociendo que en Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y hasta en los censos de 2001 y 2012 de Bolivia también se solicitaba el nombre y el apellido de los entrevistados.

Bejarano comentó que durante sus entrevistas varias personas no querían dar información como la edad de sus hijos, ni cuántos viven en sus casas, ni las condiciones de sus hogares.

“Los únicos que nos estamos viendo afectados somos nosotros los cruceños, hay mucha gente que por susceptibilidades no quiere decir qué edad tiene o en qué condiciones están viviendo. Bueno, si tanto se luchó por el censo para que al final no lo hagamos como se debe hacer, no debimos parar 36 días, debimos dejar que el gobierno lo haga cuando quiera y como quiera”, protestó.

En una de las visitas, contó que un varón de unos 30 años salió a la puerta de su casa y le dijo “me llamo Juan, eso es lo único que necesitas saber”, y cerró la puerta.

“Yo llené hasta ahí (la boleta) y no pude llenar más”, contó en el programa Poder Medios y Miedos.

Relató que en otra casa tuvo que corregir un dato en la boleta censal porque el jefe de hogar olvidó que una noche anterior se quedó a dormir el amigo de su hijo con quien eran cuatro y no solo tres. Si se habría empleado bolígrafo la boleta debía anularse y rehacer todo.

Reprochó que algunas personas grabaran a los censistas voluntarios que en algunos casos estaban corrigiendo los errores que cometieron.

De hecho, en uno de los videos grabados en Santa Cruz, un varón recrimina a un censista, que no supera los 20 años, porque estaba realizando borrones en la boleta.

“Esto estaba borrando, el número de personas, en esa familia eran cuatro y yo en su hija mayor le puse uno y era tres”, justificó el censista.

“Pero eso lo tiene que hacer allá (en la casa), no acá”, le cuestionó la persona que no muestra el rostro. A lo que el censista le dice: “tranquilo”.

“Cómo voy a estar tranquilo si yo le doy mis datos y usted viene y lo borra como le da la gana. Bien montado creo que está el fraude, ¿no?. Para eso querían el lápiz”, lo acusó.

Bejarano replicó: “Si él hubiera sido voluntario hubiera entendido por qué es necesario el lápiz, yo incluso decía ¿por qué no se hace con lapicero?, pero ya una vez que vives la experiencia y te equivocas, no solo vos sino al que estas censado entiendes que es necesario el lápiz”.

Indicó que “hay un común en todas estas personas que agreden, todas son personas mayores, de 25 a 35 años, agrediendo a personas que no pasan los 20 años.¿Si iban a estar con la susceptibilidad qué te costaba a vos inscribirte como voluntario? Muchos de nosotros ante la falta de censistas nos animamos y muchos de ellos no merecían el trato que recibieron”.

Contó, incluso, el caso que se presentó en un condominio cerrado en la zona norte de Santa Cruz, donde además de faltar censistas, al voluntario que fue no lo dejaron entrar. Tuvieron que intervenir autoridades del municipio y del Instituto Nacional de Estadística (INE) para que lo dejen censar.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del operativo censal participaron 525.615 censistas voluntarios de los 876.000 registrados a escala nacional.

Del total de voluntarios, el 61% eran jóvenes y el 57% mujeres.

Los jóvenes entre 16 y 31 años representan el 61%, el 29% son adultos, entre 31 y 46 años; y las personas mayores de 46 años representan el 10%.

Jfcch/CC


© CopyRight — Agencia Boliviana de Información 2025 ABI