Marzo, un mes para todas las mujeres
Marzo, un mes para todas las mujeres

Marzo, un mes para todas las mujeres

Las mujeres trans, por muchas décadas, hemos sido blanco de la discriminación, el rechazo de las familias, el olvido del Estado y de la violencia machista. Hasta el día de hoy somos objeto de la burla, la mofa y la precariedad. Sumado a esto, surgieron agrupaciones de diferentes líneas que pretenden invalidar nuestra existencia.

A veces nos preguntamos: ¿Qué hicimos para generar este rechazo? ¿Por qué nos siguen estigmatizando? ¿Realmente no somos bienvenidas ni siquiera en espacios que deberían ser “seguros” y “sororos”? ¿Que yo exista hace daño a alguien? Se ha expandido y fortalecido en el mundo, una corriente feminista que ha comenzado a atacar a las mujeres trans y desde espacios de poder pretende explicar a una persona lo que debería o no debería ser, dónde debe o no pertenecer.

A la misma usanza de los años ochenta, cuando se hablaba del “virus gay”, hoy se utiliza términos como “agenda trans”, “lobby trans”, como si la existencia de estas personas fuera una invención, una creación, una propaganda. Somos una realidad, somos personas, no somos un mito y existimos desde siempre.¡Qué manera de querer caer en los mismos juegos de la gente conservadora que habla de “ideología de género”! Estas personas también atacan al feminismo, por si acaso.

Entran en discursos fascistas, intentando crear un pánico colectivo en las agrupaciones feministas, haciéndoles creer en el “borrado de mujeres”. Esto último es, al fin de cuentas, la propaganda, ¿Realmente piensan que un porcentaje de menos del 2% va a borrar a más del 50% de la población? ¿Querer ejercer mi profesión y ganar unos pesos es “entrar a empujones”? ¿Qué hay de las chicas trans que fueron borradas verdaderamente de la historia, que fueron asesinadas y olvidadas en las calles, sus identidades y nombres, extinguidos? 

Es temible afirmar que la niñez y adolescencia trans es un capricho que se pueda modificar. Jamás se obliga a ser trans a nadie y no es una situación que varíe de la noche a la mañana, las familias que acompañan tienen su proceso de entendimiento y aprendizaje al lado de profesionales. En realidad, a la niñez se la ha obligado, desde siempre, hacia la cis-heterosexualidad. Pero de eso, no quieren quejarse ahora.¿Acaso no conocen las historias, sólo por nombrar conocidos ejemplos, de Kim Petras y Jazz Jennings? Mujeres trans que fueron apoyadas en su hogar desde la segunda infancia y hoy son mujeres exitosas y llenas de empoderamiento.

No. Las mujeres trans no reafirmamos estereotipos de género, al contrario, los vamos deconstruyendo, les toca conocer y reconocer a más personas trans, no sólo a las que les conviene criticar, somos inmensamente diversas y diferentes, cada una. Además, que, desde el feminismo, no vamos calificando el cuerpo y la apariencia de la otra. A los varones trans nadie les ha enseñado a odiar su biología, la identidad no viene de afuera; no son lesbianas, aprendan a diferenciar identidad de género de orientación sexual.

Nadie se está apropiando de ninguna lucha, son luchas que atraviesan de lleno a las mujeres trans. A una mujer trans la acosan, la piropean, la explotan, la cosifican, la denigran, la asesinan. Se dice que una mujer trans creció con privilegios, pero fueron impuestos por la propia sociedad, no fueron optados por ellas, porque cuando una mujer trans, desde niña, se da cuenta que no es como los demás le dijeron, crece con incomodidad y no asume plenamente esos “privilegios”, y más bien, comienza a sufrir bullying y discriminación al rechazarlos.

Toda esta ola de desinformación, odio y violencia se ha ido consumando en diferentes países. En Bolivia, sospechábamos, con ciertos actos de rechazo, que estaban presentes, pero no han dado la cara hasta este año 2021, desde que fue asesina una joven trans en Cochabamba, apuntando su discurso hacia este 8 de marzo. Sabíamos que tarde o temprano se iban a quitar las máscaras.

Pero sepan qué tan privilegiadas somos, que en nuestro país seguimos sin derechos civiles desde el 2017, que nos siguen negando el acceso al trabajo, que la burocracia, la justicia, el Estado, la prensa y la policía se siguen riendo en nuestras caras, que nos siguen asesinando, a pesar de la pandemia. Y después de todo, vamos a continuar resistiendo, así ahora nos toque con sus discursos vacíos de fundamentos, pero llenos de odio.


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