La Paz, 17 de julio de 2025 (ABI). – El músico Juan Pablo Jiménez propone una composición innovadora que combina escalas y afinaciones precolombinas con instrumentos occidentales y tradicionales bolivianos en su obra “El canto de la sirena” que se estrenará el próximo sábado, en la ciudad de El Alto.
“La música es un lenguaje universal que puede unir pasado y presente. En ‘El canto de la sirena’ buscamos rescatar la esencia de nuestra tradición precolombina y llevarla al público contemporáneo”, refiere un reporte del Centro de la Revolución Cultural.
La obra será presentada el sábado, a las 16h00, en el Teatro Trono, ubicado en la calle de la Cultura 450, zona Ciudad Satélite; y el miércoles 23 de julio, a las 19h30, en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef), ubicado en la calle Ingavi N° 916, esquina Jenaro Sanjinés, en la ciudad de La Paz. En ambos el ingreso es libre.
“El canto de la sirena” es uno de los proyectos ganadores de la tercera Convocatoria de Fomento a la Productividad Cultural y la Creación Artística 2025, organizada por el Centro de la Revolución Cultural, dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.
La obra musical tiene el propósito de rescatar la dignidad y relevancia de las naciones precolombinas a través de la música.
El proyecto propone la composición de una obra musical que dialogue entre la tradición y la modernidad, al aplicar las escalas precolombinas a los instrumentos occidentales y tradicionales bolivianos.
Con el cruce entre la tradición y modernidad en la música boliviana, la obra otorgará la importancia, dignidad y relevancia a las naciones precolombinas a través de la música, y acercará al público a estas tradiciones poco conocidas.
Juan Pablo Jiménez es multiinstrumentista y percusionista. En el 2000 viajó a Paris, Francia, donde concluyó una maestría en música electro acústica.
En 2005 viajó a Bahía Brasil donde realizó un master de cuerpo y música en la UFBA. En 2009 viajó a Mali, África, donde conoció la cultura Malinké y sus tradiciones. En el 2016 llegó a Perú donde toma clases con maestros de la talla de Marco Oliveros y luego fue a Uruguay, en 2017, donde asiste y aprende sobre las cuerdas de tambores uruguayos de Ansina y Quareim.
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