“Nosotros pedimos justicia”, suplicó este viernes Victoria Mamani, una mujer cuyo yerno albañil, Limbert Ajno Beltrán, fue aprehendido, torturado y herido en la ciudad de El Alto durante el golpe de Estado de 2019.
“Nosotros no queremos que quede así no más esto (…) Parece que nadie nos escucha”, recalcó, en una entrevista en el programa “Somos Democracia” de Bolivia TV.
La entrevistada recordó que su suplicio comenzó el momento en que su yerno fue aprehendido el 11 de noviembre de 2019 de la zona ciudad Satélite, cuando se dirigía a una construcción que estaba al frente del mercado Camacho, en la ciudad de La Paz, para cumplir con un contrato.
Dijo que el joven fue llevado al Regimiento número 3 de la Policía, donde fue torturado hasta el desmayo, con el pretexto de que sus herramientas de trabajo eran armas blancas. Más tarde fue trasladado a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz.
“Mi yerno había estado como monstruo. Su cara, como estaba torturado no podía respirar. No podía siquiera hablar”, manifestó.
El albañil fue también ingresado a la cárcel pública durante un año, donde también fue golpeado y torturado, complementó.
Según Mamani, el joven quedó traumado e imposibilitado de trabajar porque terminó con una mano lesionada y “toda negra” por las secuelas de la tortura.
“Hasta ahora no puede trabajar (…) No puede salir a ningún lado, a mí me preocupa. Yo soy mamá sola”, agregó.
La entrevistada añadió que como resultado de la detención de su yerno se contrajo una deuda de cerca de Bs 52.000 para pagar deudas médicas y servicios de abogados, que incluso demandaron la venta de un vehículo que era usado como taxi.

