“Le ajustamos las clavijas a Almagro. Bolivia no se va a dejar”, dijo el canciller, Rogelio Mayta respecto a la participación boliviana en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, el miércoles, en la que el país denunció injerencia del secretario general del organismo en asuntos internos de Bolivia.
El jefe de la diplomacia boliviana, entrevistado este jueves en el programa “Contragolpe” de Radio Patria Nueva, evaluó como un éxito la presencia boliviana en la cita internacional y dejó en claro que las posturas de Almagro sobre los comicios de 2019 ya son “papel mojado”, “agua pasada” debido a que la justicia investigó este tema, no encontró pruebas suficientes y decidió el sobreseimiento de las personas procesadas, es decir los exvocales electorales.
Además, los resultados electorales de las elecciones de 2020, ratificaron el amplio respaldo de las urnas al MAS-IPSP que ya había obtenido en 2019. Es más, el apoyo electoral subió de 47,08%, en 2019, a 55,11% en los comicios del año pasado.
Mayta explicó que, en 2019, la OEA envió una misión electoral para las elecciones generales de ese año, emitió una auditoría preliminar irregular que no cumplió lo acordado con el país, documento que fue usado por sectores opositores para que Jeanine Áñez tome el poder, para que las autoridades judiciales bolivianas determinen detener a los vocales electorales y someterlos a un juicio pero no encontró ninguna prueba suficiente para sustentar las acusaciones, inclusive durante toda la gestión del gobierno de facto.
En los lugares donde la OEA había encontrado presuntas irregularidades, por ejemplo en sitios donde el MAS-IPSP ganó con 90% de apoyo, durante las elecciones generales del 2020 el porcentaje subió a 95% de respaldo. Es decir, en 2019 no solo se ratificó el apoyo al MAS-IPSP, sino que aumentó ese respaldo derrumbando las observaciones del Organismo.
“Uno a uno se cayeron los hallazgos de la OEA”, dijo el Canciller.
Tras más de un año de investigaciones sobre las observaciones de la OEA a las elecciones de 2019, la Fiscalía ni las autoridades judiciales bolivianas encontraron pruebas suficientes de fraude, por lo que decidieron el sobreseimiento (ausencia de pruebas).
Ante esa decisión soberana de las autoridades judiciales bolivianas, Almagro emitió un comunicado el 9 de agosto, mediante la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la Secretaría General.
Ese comunicado es considerado por Bolivia como un acto de injerencia, debido a que Almagro intenta ponerse por encima de las decisiones de las autoridades bolivianas, entrometerse en asuntos internos y vulnerar la soberanía del país.
“Este nuevo e injustificado atropello no es otra cosa que un acto de grosera injerencia en los asuntos internos de Bolivia y se traduce en una nueva afrenta contra mi nación”, dijo al respecto el miércoles el embajador de Bolivia ante la OEA, Héctor Arce.
“Eso reclamamos, eso expusimos en el Consejo de la OEA por que los asuntos internos deben ser resueltos en cada país. Los bolivianos, con nuestras autoridades, nuestro sistema de justicia debemos resolver nuestros problemas entre bolivianos (…) y no es coherente que Almagro, a título de Secretario General, venga y pretenda sobreponerse las autoridades bolivianas. Eso hemos reclamado”, agregó el Canciller.
Dijo que, tras la intervención del país, “nadie le ha dicho a Almagro ‘esta bien’ las acciones que estaba haciendo contra Bolivia. Desde esa perspectiva, nuestro accionar ha sido un éxito, al menos lo percibimos así”, dijo Mayta.
“Podemos decir que, hasta ahora, Almagro estaba acostumbrado a estar impune, haciendo y deshaciendo y creo que ayer le ajustamos de cierta forma las clavijas. Esperamos que en el futuro no vuelva a repetirse esas situaciones por que Bolivia no se va a dejar, Bolivia va a reaccionar. Ahora lo hicimos de una manera firme, contundente pero más adelante, si nos obligan, vamos a ser más duros todavía”, manifestó el Canciller.







