En las venas del empresario uruguayo Adolfo Mena González, corre la sangre del Che. Al parecer, se siente tranquilo en la suit del hotel Copacabana de la ciudad de La Paz. Decide tomar asiento y se mira al espejo. Es el jueves 3 de noviembre de 1966.
Consciente de su doble identidad, no duda en observar fijamente su rostro en el espejo, su cabeza calva y el cigarrillo que posa en su boca. Se ve mayor. Así lo tenía planificado. Mientras sucede eso, toma su cámara con las dos manos, la acomoda a la altura de sus rodillas e inmortaliza el momento.
En realidad, su nacionalidad era argentina. Tampoco se apellidaba Mena. Su objetivo era ingresar de incógnito a Bolivia en su última travesía como guerrillero sin revelar su verdadera identidad: Ernesto Guevara de la Serna, el Che.
Guevara nació en Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928. Fue médico de profesión, político revolucionario, militar, escritor, periodista, presidente del Banco Nacional de Cuba y Ministro de Industria en Cuba. Luego, fue comandante de diversas misiones internacionales de la Revolución Cubana.
Conoció Bolivia por primera vez en 1953, durante la revolución de masas. Algo que le llamó la atención ese entonces fue la situación de marginalidad de las y los bolivianos de aquella época.
En 1955, conoció a Fidel y Raúl Castro. Decidió acompañarlos en la conformación del “Movimiento 26 de Julio”. El fin era combatir la dictadura militar de Fulgencio Batista, aliado de las oligarquías locales y, posteriormente, organizar el acompañamiento a los procesos de liberación en África y luego dirigirse a Bolivia.
Entre marzo y octubre de 1967, comenzó a organizar el movimiento guerrillero. Tuvo como propósito iniciar la revolución y propagarla a toda la región con el objetivo de luchar por la igualdad social, el acceso equitativo a la tierra y la construcción del “hombre nuevo”.
El Che organizó el Ejército de la Liberación Nacional (ELN) con ayuda de hombres y mujeres de Bolivia, Cuba, Perú y Argentina comprometidos con la causa social de los más humildes, donde también participó en la lucha revolucionaria Haydée Tamara Bunke Bider, conocida como “Tania la Guerrillera”.
La disputa por la dignidad del continente Latinoamericano comenzó con el establecimiento del primer campamento en el Valle de Ñancahuazú, donde el “Che” Guevara y el ELN empezaron a diseñar y planificar una estrategia combativa, logrando asentar la primera fuerza revolucionaria conformada por la causa más noble: la liberación de los pueblos del yugo imperialista.
El francés Regis Debray y el argentino Ciro Bustos, principales colaboradores del “Che”, fueron arrestados el 20 de abril de 1967 y torturados con la finalidad de ubicar la posición de la guerrilla que poco a poco fue asfixiada, debido a la constante persecución del Gobierno de René Barrientos, financiado y apoyado militarmente por Estados Unidos.
El 8 de octubre de 1967, la guerrilla comandada por el Che libró la última batalla quedando capturado en la Quebrada del Churo. Luego, fue trasladado a La Higuera en Vallegrande, donde fue asesinado el 9 de octubre de ese año, hace 54 años.







