Periodista argentino entregó evidencias a la ONU de que se usó gases industria brasileña y balas calibre 22 en Senkata
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El periodista argentino Fernando Ortega Zabala, quien fue testigo de la masacre de Senkata, ocurrida en 2019, dijo que posee fotografías que demuestran que los policías y militares usaron entonces gases de industria brasileña, así como balas calibre 22 empleadas por francotiradores frente a manifestantes desarmados. Esas evidencias, fueron entregadas al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos .
El periodista, entrevistado en el programa 180 de radio Patria Nueva, realizó este martes un recuento de lo ocurrido en la masacre de Senkata, sucedida el 19 de noviembre de 2019 y de las acciones del embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García quien, según Ortega, se convirtió en un “cómplice” del régimen de Jeanine Áñez.
“Las pruebas que yo tengo (indican que) eran munición, eran gases que son de industria brasileña. Eso no me lo contó nadie, lo vi, tengo fotos, lo tengo grabado también”, aseguró el periodista quien realizó la cobertura periodística el día en que se produjo la matanza de al menos 11 civiles y heridas a 78 personas.
Añadió que también posee pruebas de que esa jornada, los uniformados utilizaron también “otro tipo de munición calibre 22 que, si bien no es de un arma reglamentaria, suelen utilizar ese calibre los francotiradores que yo creo que en Senkata, por los tiros que hubo en algunos cuerpos, también se trató de francotiradores. Hubo francotiradores”.
El reportero argentino dijo que brindó esa información y sus sustentos al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos que indagó los hechos ocurridos en noviembre de 2019.
Según Ortega, la Masacre de Senkata pudo estar planificada ya que él pudo evidenciar que los militares que operaron en esa matanza fueron traídos desde el norte del país, es decir, no pertenecían a ningún regimiento de El Alto o La Paz, para evitar que se presenten casos de insubordinación antes de disparar a su propia gente.
Ese traslado de militares de una región para que operen en otra región, evidencia que los jefes militares “sabían lo que iba a ocurrir” y “estaban preparados” para esos acontecimientos, agregó.
Según el periodista argentino, las evidencias del envío de material bélico desde Argentina para apoyar al régimen de Jeanine Áñez, también muestran que el golpe de Estado en Bolivia estaba planificado con anticipación y coordinación.
Consultado si recibió apoyo del embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez, el reportero argentino dijo que varios colegas y familiares pidieron ayuda al diplomático pero este respondió, a través de sus funcionarios, que “no podemos hacer nada. Escondete, resistí”, por lo que Ortega concluyó que “no hubo ningún tipo de ayuda” del embajador.
No solo eso, Ortega consideró que el entonces embajador Normando Álvarez fue cómplice del golpe de Estado ya que inclusive hizo que varios periodistas argentinos salieran de Bolivia para evitar que difundan la violencia y abusos del régimen de Jeanine Áñez.






