“Ya no soy la misma persona, la bala ha destrozado gran parte de mis intestinos”, relató Teófilo Cusi, una de las víctimas de la masacre de Sacaba registrada en noviembre de 2019, en Cochabamba.
En entrevista con el programa Somos Democracia, una alianza de medios estatales, el entrevistado recordó aquella tragedia y contó que recibió un impacto de bala mientras marchaba pacíficamente implorando paz para Bolivia.
Un profundo suspiro se le escapa al revivir el momento cuando vio que desde un helicóptero lo balearon y luego un grupo de policías encapuchados lo golpeó con mangos de picotas para luego subirlo a una camioneta como si fuese una carga de papa.
“De repente, los policías empezaron a gasificar y disparar, incluso les han pegado a las señoras (…). No teníamos armas, con qué nos íbamos a defender”, lamentó Teófilo Cusi a quien le tiembla la voz al recordar las represalias.
Luego de ser torturado por el grupo de uniformados encapuchados, una ambulancia lo trasladó hasta el hospital donde le realizaron varios exámenes médicos; sin embargo, después fue llevado a otro nosocomio debido a que no contaba con los recursos económicos para cubrir sus gastos.
El impacto de balas y los duros golpes que le propinaron, le ocasionaron secuelas en el estómago y además le destrozaron los intestinos. Ante ello, fue sometido a unas cinco cirugías durante un año y actualmente sigue en tratamiento médico.
“Todo lo que ha pasado no puede quedar así, los responsables son los policías y la señora (Jeanine) Áñez (…). Me han arruinado la vida. Sólo le pido a Dios que me ayude a recuperar mi salud para volver a trabajar”, lamentó conmocionado por el recuerdo.







