“Busco justicia para mis hijos”, expresó este lunes Claudina Frauz, una madre soltera de tres jóvenes, entre ellos un menor discapacitado y una embarazada, que fueron detenidos y torturados por siete meses durante el golpe de Estado de 2019.
“Yo pido justicia de tanto maltratado, torturas. Que se haga pues justicia”, recalcó en una entrevista con Bolivia TV.
La mujer contó que dos de sus hijos fueron aprehendidos el 11 de noviembre de 2019, torturados y luego recluidos en la cárcel de San Pedro y el Centro de Orientación Femenina de Obrajes de la ciudad de La Paz. El menor fue arrestado en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
Según Frauz, la lucha por la liberación de los jóvenes hizo que pasara un calvario porque vio como los golpearon durante varias semanas, en especial en el caso del menor con discapacidad.
Además, denunció que varios abogados le ofrecieron tramitar la liberación de sus hijos, pero nunca cumplieron y se quedaron con sumas de entre Bs 5.000, 15.000 y 30.000 que pagó cada vez con la esperanza de tener a los jóvenes a su lado.
“Me he prestado de un banco de mineros. En febrero (de 2020) me he prestado. De eso otro más me he prestado, con eso he pagado también y nada (…) A la deuda estoy pagando todo”, lamentó.
La entrevistada manifestó que sus hijos fueron liberados en mayo del año pasado, pero lo peor de todo es que el mayor de sus hijos quedó con dolores severos en la espalda y sin trabajo, mientras que su hermana embarazada padeció por una nariz y una rodilla rotas por varios golpes recibidos en el reclusorio y como madre soltera por el rechazo de su pareja a su paternidad.
“Mi hija ha quedado muy traumada, se ha hospitalizado, así traumada camina, ya no quiere salir a la calle, tiene miedo. 'No mami', me dice. El pequeño no quiere ver (la calle). No quiere salir”, agregó.
La mujer dijo que ahora ella vive una “vida bien triste” y está “pasando momentos difíciles” por todo lo sucedido.







