Fueron nueve días de “paro cívico” para evitar que con la Ley 1386 se investigue en Bolivia las ganancias ilícitas. Lo más raro de este movimiento es que ninguno de los manifestantes conocía bien el trasfondo de la norma. Ahora, quienes tienen fortunas nacidas en la ilegalidad gozan de la aceptación del pueblo, porque se manipuló para impedir que se aplique esta ley y se controle en el país el lavado de dinero fruto de delitos, como la trata y tráfico de personas, el narcotráfico y el contrabando, entre otros.
Pero esta protesta dejó una serie de perjuicios, no solo al departamento de Santa Cruz, sino a todo el territorio nacional. Provocó pérdidas económicas diarias de más de Bs 6 millones en el sector aéreo y en el transporte terrestre. Por ejemplo, en los Servicios de Aeropuertos Bolivianos S.A. (Sabsa) se perdió más de Bs 553.583; en la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) Bs 223.931,99; en Boliviana de Aviación (BOA) Bs 4.872.500 y en el transporte terrestre de Santa Cruz Bs 362.400. Sumando todas las actividades afectadas por el paro, la pérdida llegó, aproximadamente, a Bs 200 millones.
El “paro cívico” tuvo muchas curiosidades. Primero, un líder soberbio veía orgulloso el apoyo de sus fanáticos a los pies del Cristo. Segundo, insultos y violencia por parte de los manifestantes y sus grupos de choque llovieron contra personas que deseaban ganarse el pan de cada día.
Por su parte, la prensa amarillista mostró en las calles una realidad diferente e invisibilizó el racismo y el odio de los bloqueadores, quienes, por cierto, en cada punto de bloqueo no eran muchos o contrataban matones que amenazaban a las personas que circulaban y cobraban “peaje” por cruzar el cerco.
Las concentraciones del paro denominado “multisectorial” se fueron desmoronando como una pila de naipes, pues esta manifestación de democracia solo era de una reducida clase social y desmerecía los derechos de los demás. El matiz lo pusieron los discursos en las noches de “cabildo”, por ejemplo, en el último encuentro los participantes fueron presentados por un “influencer” que representa a un grupo que dice encarnar el pensar del pueblo boliviano, aunque constituyen la miseria de su clase y el resentimiento contra sus raíces.
En la serie de discursos, un médico no hablaba con los presentes, solo se congraciaba con el “líder cívico” que brillaba de soberbia, sin ver el desastre económico que provocaba para su región. Como decía un empresario, “nos estamos haciendo ‘harakiri’”.
Luego, una predicadora armada de odio y racismo levantó el nombre de un anarquista que creía en la igualdad de todos y en el amor al prójimo. La desubicada pidió a la gente arrodillarse y clamar al altísimo por muerte.
Para cerrar, vimos la caída del soberbio después de que el gobierno se reunió con los verdaderos actores del pueblo y abrogó la ley. Al verse derrotados, los fanáticos se enfurecieron con su líder quien levantó el paro sin organizar otro circo llamado “cabildo”. Lo insultaron, lo persiguieron hasta la sede del Comité Cívico, lo tacharon de traidor y le quitaron su capucha de racista, que fue a para a un farol del Plan 3.000, donde estaban los ganadores de la contienda, mujeres y hombres que se la buscan día a día por sus familias, que comprenden la necesidad de reactivar la economía, que no están en lujosas caravanas de vehículos, que no salen a modelar en bicicletas o que no se quedan en casa viendo desde su sillón el aluvión de mentiras en los noticieros amarillistas que, a propósito, no mostraron la caída de este movimiento y prefirieron hablar de la victoria de la Selección o de un perrito que hacia malabares. Los programadores de noticias prefirieron ocultar la fragmentación del “Comité Cívico”.
Primer año de gestión perfila a la Bolivia del Bicentenario con crecimiento económico y justicia social
La industrialización, la redistribución del ingreso y la reducción de la desigualdad marcan el horizonte del país en el primer año de gestión del presidente Luis Arce Catacora. La Bolivia del Bicentenario, la del Vivir Bien, se encamina.
El programa de Gobierno del Movimiento Al Socialismo - Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS - IPSP) denominado “Agenda del pueblo para el Bicentenario y el Vivir Bien” proyecta un Estado que elimine totalmente la pobreza y que todos los bolivianos tengan ingresos que les permitan una vida digna.
“Para ello pretendemos combinar la política social mediante los bonos junto con la mejora de la productividad, lo cual no solo implica mejorar cualitativamente la educación y salud sino que implica generar un entorno para que los ciudadanos de Bolivia puedan desarrollar sus emprendimientos en un marco de libertad plena (sic)”, se lee en el documento.
La estrategia del MAS apunta a convertir a Bolivia en una potencia regional en base en la combinación del incremento de la productividad con equidad.
La reconstrucción de Bolivia
El 18 de octubre de 2020, según los datos oficiales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el MAS, que tuvo como candidato a Luis Arce, logró un respaldo nacional de 3.394.052 votos (55,11%) en comparación al 1.775.953 (28,83%) de Carlos Mesa, quien ocupó el segundo lugar como candidato de la alianza de oposición Comunidad Ciudadana (CC). Así dio fin al régimen de Jeanine Áñez.
Arce fue posesionado el domingo 8 de noviembre de 2020 en la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde aseguró que el Gobierno de facto dejó una economía en crisis, con aumento del desempleo, la pobreza y las desigualdades.
“Tenemos ante nosotros el gran desafío de volver a reconstruir nuestra economía, de generar certidumbre, de generar crecimiento con redistribución del ingreso, de reducir las desigualdades económicas y sociales, pero estamos seguros que trabajando junto al pueblo lograremos una vez más superar las adversidades”, aseguró en el acto de su posesión en aquella oportunidad.
Desde entonces, aplicó medidas para contrarrestar las crisis política, económica, educativa y sanitaria en busca de la reconstrucción de Bolivia y su estabilidad tras el golpe de Estado de 2019. A un año de gestión, presenta avances.
En su primer informe de gestión en la Asamblea Legislativa Plurinacional, el 8 de noviembre de 2021, el mandatario hizo las evaluaciones de los logros alcanzados.
“Este 8 de noviembre, podemos decir que estamos cumpliendo con el compromiso que adquirimos con el pueblo: generar estabilidad, volver a la senda del crecimiento económico con justicia social, avanzar en la industrialización con sustitución de importaciones, luchar contra la pandemia con soluciones estructurales y coordinadas que no paralicen nuestra economía, como las vacunas para toda la población, mejorar la calidad educativa de nuestra niñez, adolescencia y juventud, así como no claudicar en el camino de la memoria, la verdad y la justicia. Todo lo mencionado ya está encarrilado rumbo al país que queremos construir para celebrar nuestro Bicentenario”, aseguró.
A casi un año de la posesión del presidente Arce, los protagonistas del golpe de Estado buscan repetir acciones de desestabilización como el paro indefinido, estrategia que aplicaron en 2019. Se oponen al Gobierno pese a los resultados de gestión.
El movimiento cívico, sobre todo el Comité Pro Santa Cruz y el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) convocaron, junto a otras organizaciones, a una suspensión de actividades en todo el país a la que denominó un “paro multisectorial indefinido” desde el 8 de noviembre.
Los sectores que ahora organizan el paro argumentan que la Ley de Estrategia Nacional de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el Financiamiento al Terrorismo afecta a sus intereses. La convocatoria fue apoyada por el Comité Nacional por la Defensa de la Democracia (Conade) que anunció bloqueos.
No se limitan al cuestionamiento de la norma. Comcipo declaró personas no gratas al presidente Luis Arce y al vicepresidente David Choquehuanca. Además, convocó a movilizaciones que dejaron el martes 9 de noviembre un campesino fallecido. El presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, habló, el miércoles 10 de noviembre, de “tumbar” al Gobierno.
“Las declaraciones de los comités cívicos muestran claramente su intención golpista, desnudaron la cara democrática que querían mostrar al pueblo boliviano. Hoy, la derecha está clara. Dijo el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz que hay que tumbar el Gobierno de Lucho Arce; pero, desde el Chapare, le decimos, conjuntamente el pueblo boliviano, eso no lo vamos a permitir”, advirtió Luis Arce en una concentración masiva de militantes y simpatizantes del MAS desde el trópico cochabambino.
En contraste a las acciones impulsadas por sectores cívicos en contra de la gestión gubernamental, el MAS - IPSP considera que los cambios experimentados entre 2006 y 2018 fueron posibles a la unidad del pueblo boliviano y no así la lógica aplicada en el régimen de Áñez entre 2019 y 2020. Por ello, el Gobierno nacional apuesta al diálogo.
Rumbo a la Bolivia del Vivir Bien
Los lineamientos para una Bolivia del Bicentenario están planteados. Los primeros 12 meses de gestión encaminan las medidas con esa proyección. La agenda del pueblo rumbo al 2025 tiene cuatro dimensiones de prioridad y la consolidación de la base económica del futuro.
La primera dimensión es la redistribución del ingreso y reducción de la desigualdad; la segunda, la generación de oportunidades económicas y empleo digno transformando.
El Estado al servicio de la sociedad con más justicia, más seguridad y menos corrupción y burocracia es la tercera dimensión. Se suma la agenda ambiental para el desarrollo con respeto a la Madre Tierra.
Esas cuatro dimensiones están acompañadas por un pilar que es la consolidación de las bases económicas del futuro.
Las proyecciones no son resultado de un trabajo reciente. Cuentan con la denominada Agenda Patriótica 2025, que es una propuesta elaborada en conjunto con el pueblo para una Bolivia digna y soberana. El documento tiene 13 ejes.
Erradicación de la pobreza extrema.
Socialización y universalización de los servicios básicos con soberanía para Vivir Bien.
Salud, educación y deporte para la formación de un ser humano integral.
Soberanía científica y tecnológica con identidad propia.
Soberanía comunitaria financiera sin servilismo al capitalismo financiero.
Soberanía productiva con diversificación y desarrollo integral sin la dictadura del mercado capitalista.
Soberanía sobre nuestros recursos naturales con nacionalización, industrialización y comercialización en armonía y equilibrio con la Madre Tierra.
Soberanía alimentaria a través de la construcción del saber alimentarse para Vivir Bien.
Soberanía ambiental con desarrollo integral, respetando los derechos de la Madre Tierra.
Integración complementaria de los pueblos con soberanía.
Soberanía y transparencia en la gestión pública bajo los principios de no robar, no mentir y no ser flojo.
Disfrute y felicidad plena de nuestras fiestas, de nuestra música, nuestros ríos, nuestra selva, nuestras montañas, nuestros nevados, de nuestro aire limpio, de nuestros sueños.
Reencuentro soberano con nuestra alegría, felicidad, prosperidad y nuestro mar.
El presidente Arce sostuvo que el horizonte político es llegar a la celebración del Bicentenario con una patria de la que todas y todos los bolivianos se sientan orgullosos, eso con base en el Plan de Gobierno, la Agenda Patriótica y el actual Plan de Desarrollo Económico y Social 2021 - 2025 “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, Hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones”, construido escuchando al pueblo en las cumbres de reconstrucción económica y productiva, recogiendo los avances de otros planes de desarrollo como los de 2006 - 2011 y 2016 - 2020.
“Al cumplirse esos 200 años, nuestra querida Bolivia, refundada por voluntad de la inmensa mayoría de nuestra población como Estado plurinacional en 2009, habrá avanzado mucho más de lo que ya se hizo hasta ahora hacia la plena independencia económica y soberanía política. Esto quiere decir que, al llegarse a la primera cuarta parte del siglo XXI, esta parte del territorio latinoamericano será cada vez más patria digna, soberana y libre de injerencias”, aseveró.
Según el programa de Gobierno, desde el punto de vista geopolítico estratégico, se busca la implantación de las bases de un país que sea protagonista en el escenario mundial.
“Debemos potenciar nuestra identidad y perspectiva particular desde el Vivir Bien. Nuestro rol a nivel internacional tiene que verse fortalecido a partir de mostrar nuestro enfoque de respeto a la vida en todas sus expresiones (materiales e inmateriales), propugnando una cultura de diálogo y paz para todo el mundo”, se lee en el documento.
“Serán más los hechos que las palabras que darán cuenta a las presentes y futuras generaciones de la dimensión del sueño con el que el pueblo inspiró su lucha contra el neoliberalismo, desencadenando la Revolución Democrática y Cultural e impulsando la consolidación del Estado Plurinacional”, indicó el mandatario en su informe de gestión.
Aseguró que “la Bolivia del Vivir Bien” sintetizará los ideales anticoloniales, independentistas, nacionalistas y socialistas por los cuales lucharon generaciones.
“Para eso, como está dicho, al 2025 llegaremos, sobre la base de la restauración y profundización de nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo, con una Bolivia que haya avanzado mucho más en la laboriosa tarea de la reducción de las desigualdades sociales, económicas y de género que nos oprimen el corazón desde la república”, mencionó.
Las aspiraciones del Gobierno a un año de gestión es llegar al Bicentenario con una Bolivia que, sobre la base de un Estado fuerte y protagónico, tenga garantizada la estabilidad macroeconómica y social, una sostenible inversión pública, industrias de productos estratégicos que sustituyan importaciones de bienes y capital, y exportaciones con valor agregado que generen ingresos para todos y todas.
Desde el Gobierno, se busca encarar con decisión la educación, investigación, ciencia y tecnología para el fortalecimiento y desarrollo de capacidades y potencialidades productivas. Asimismo, la economía, la industrialización, la ciencia y la tecnología al servicio de la independencia, y en armonía con la Madre Tierra.
“Hoy, al cumplirse el primer año de nuestro gobierno, tras haber recuperado la democracia intercultural, quiero convocar a nuestro pueblo a ratificar su confianza en nuestro Proceso de Cambio, rectificando lo que deba ser rectificado, profundizando todo lo que se hizo bien y encarando los nuevos desafíos”, planteó.
Aseguró que los desafíos propuestos se encararán con la unidad del pueblo boliviano, las organizaciones y movimientos sociales, profesionales, pequeños y grandes empresarios, las juventudes, las familias.
Las proyecciones están planteadas y así lo reconoce Luis Arce: “En este primer año de gobierno, caminando junto al pueblo, hemos devuelto la esperanza, la certidumbre y la estabilidad a las familias bolivianas”.
En un año de gestión, Bolivia pasó de la zozobra a la certidumbre en salud y educación
En un año de gestión del Gobierno del presidente del Estado, Luis Arce Catacora, que asumió el 8 de noviembre de 2020, Bolivia pasó de la zozobra que vivió el 2020 durante la pandemia del COVID-19 y el gobierno de facto que dejó sin educación a más de 2 millones de estudiantes, a la certidumbre y esperanza, reponiendo el derecho al acceso a la salud y educación para todos los bolivianos.
“En el año de gestión de nuestro gobierno elegido democráticamente, se han colocado 7,9 millones de dosis, entre primeras, segundas, terceras y únicas dosis. A noviembre 2021, el 54,4 por ciento de la población mayor de 18 años cuenta con el esquema completo de vacunación contra el COVID-19”, dijo el primer mandatario en su informe de gestión el 8 de noviembre ante la Asamblea Legislativa Plurinacional.
El manejo de la pandemia en 2020 se caracterizó por los altos índices de letalidad, un elevado número de casos positivos y un nivel insuficiente de pruebas, lo que repercutió en muchos fallecidos por la enfermedad del COVID-19 que azota al mundo.
Bolivia, el 2020, vivió días de zozobra, un paciente debía gastar entre Bs 1.000 y Bs 1.500 por una prueba PCR, y tenía que esperar hasta tres meses por el resultado. En esta gestión de gobierno se adquirió 4.043.525 pruebas de diagnóstico, entre PCR y antígeno nasal, para garantizar el diagnóstico masivo y oportuno con un resultado rápido, además de ser totalmente gratuito. En el país, se cuenta con 2.576 puntos en los que se realiza el diagnóstico antígeno nasal.
En contraste con lo que ocurría en noviembre de 2020, el Gobierno de Arce adoptó una estrategia en salud, un plan con tres líneas de acción, la primera: pruebas COVID-19, masivas y gratuitas; la segunda: vacunación gratuita; y la tercera: fortalecimiento del sistema sanitario desde el Estado.
“Pasamos de confinamientos y restricciones a la movilidad, a una oferta amplia y masiva de pruebas diagnóstico, de allí, al tratamiento temprano y al inicio del proceso de inmunización con vacunas aprobadas internacionalmente”, agregó.
La tasa de letalidad de 6,2% en la primera ola, se redujo a 2,7% en la segunda y tercera ola. Al comienzo, en esta cuarta ola se registran los niveles más bajos de toda la pandemia con 0,96% en noviembre de 2021, según informe del Ministerio de salud y Deportes.
En la tercera ola, el proceso de inmunización fue masivo y se dispuso más de 15,4 millones de vacunas gratuitas en todo el territorio nacional para garantizar el derecho a la salud con una cobertura de 64% en primera dosis y 54% en segunda, la vigilancia epidemiológica activa y un proceso continuo de vigilancia genómica ante posibles riesgos de propagación de variantes del virus ahora son parte de la política sanitaria estatal.
Bolivia, pese a los problemas mundiales para la adquisición de las vacunas, debido a que los países desarrollados efectuaron la compra y reserva de los inmunizantes de las empresas productoras, gracias a gestiones a nivel internacional encabezadas por el Presidente de Bolivia se pudo acceder paulatinamente a la compra de varios proveedores.
El primer lote de vacunas que llegó al país fue de Sputnik V, a fines de enero, y de forma inmediata se inició la vacunación en todo el país. Posteriormente llegaron otros lotes de los inmunizantes AstraZeneca, Sinopharm, Pfizer y Janssen, teniendo a la fecha 15,4 millones de dosis distribuidas en todo el territorio nacional, de las cuales se aplicaron más de 7 millones entre primeras, segundas y terceras dosis.
El proceso de vacunación consideró tres fases, la primera fue dirigida al personal de salud de establecimientos públicos, seguridad social y privados; y a personas mayores de 60 años y con enfermedad de base.
La segunda fase del proceso de vacunación estuvo dirigida a la población de 18 a 59 años sin enfermedades de base y a mujeres embarazadas y en período de lactancia. Y la tercera fase contempla la vacunación a los adolescentes de 12 a 17 años.
Según informe del Ministerio de Salud, el mal manejo de la pandemia del COVID-19 durante el gobierno de facto, también estuvo acompañado por un mal manejo del resto de servicios en salud en desconocimiento de la Política de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI). Asimismo, se realizó un repliegue y distribución discrecional del recurso humano de los programas en los establecimientos de salud para contingencia del COVID-19.
A partir de la recuperación de la democracia, el Gobierno centró sus acciones en atención a la mujer embarazada, fortaleció el programa de Bono Juana Azurduy en beneficio de la mujer embarazada, y reactivar el Subsidio Universal Prenatal por la Vida benefició a 555.000 madres bolivianas sin seguro, con la entrega de 2 millones de paquetes nutricionales en todo el país desde el 2015 a la fecha.
Asimismo, a través del Sistema Único de Salud (SUS) y la política SAFCI, el número de partos atendidos por personal calificado ha aumentado; se profundizó la prevención en salud a través de la SAFCI; universalizando el SUS; con evaluaciones de calidad en todos los niveles.
A partir de noviembre 2020, el número de atenciones médicas ejecutada por el programa SAFCI incrementó paulatinamente, mostrando una sustancial diferencia con la gestión anterior.
“Desde que recuperamos la democracia, hemos desembolsado 1.088 millones de bolivianos para la atención gratuita de todas las enfermedades comunes, medicamentos, cirugías, exámenes de laboratorio e imagenología, terapia intensiva, además de incluir enfermedades de alto costo, como algunos tipos de cáncer y el tratamiento de hemodiálisis”, detalla el informe presidencial.
En la actualidad, más de 5,8 millones de bolivianos están protegidos por el SUS, universal y gratuito.
Año por la recuperación del derecho a la educación
El 2 de agosto de 2020, el gobierno de facto clausuró la gestión escolar, coartándose el derecho a la educación a más de 2 millones de niños y jóvenes.
En respuesta a esa decisión, el Sistema de Naciones Unidas en Bolivia, exhortó “al Estado boliviano a revisar la decisión de la clausura del año escolar y extremar los esfuerzos para garantizar la continuidad de la educación en condiciones de igualdad.
Según el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la educación es un derecho fundamental.
Desde noviembre de 2020, pese a las condiciones vividas debido a la presencia del COVID-19, el Gobierno del presidente Arce actuó con urgencia para asegurar el acceso a la educación inclusiva y sin ninguna forma de discriminación.
La política educativa implementada desde el 1 de febrero estableció tres modalidades de atención educativa: presencial, semipresencial, y a distancia.
El buen manejo de la pandemia permitió avanzar a un 58,7% de clases presenciales, más las semipresenciales, el 81,4% de las unidades educativas del país están bajo estas las dos modalidades, teniendo solo el 18% con clases a distancia, según reporte del Ministerio de Educación.
En el marco de la política de igualdad de oportunidades, y con el objetivo de llegar a las poblaciones que no tienen acceso a dispositivos tecnológicos e internet de calidad, se lanzó el programa Educa Bolivia, con tele y radio clases, mediante el apoyo de los textos de aprendizaje, logrando dar continuidad al proceso de enseñanza y aprendizaje en lugares donde la presencialidad no fue posible.
El canal estatal Bolivia Tv, radios comunitarias y medios privados, se sumaron en la difusión de contenidos educativos. Son más de 4.000 programas emitidos a través de televisión y radio con más de 6.600 horas de transmisión para los diferentes niveles educativos.
De igual manera, se han elaborado, impreso y entregado gratuitamente 4.345.385 textos en el primer y segundo trimestre. Para el tercer trimestre se entregó 318.826 textos para educación inicial; 1.271.313 para primaria y 1.085.294 para secundaria; haciendo un total de más de 7 millones de textos de aprendizaje distribuidos en todo el país.
Para educación especial se entregó por primera vez 16.680 textos a nivel nacional, en tanto que, para educación alternativa, se entregó 159.350 textos.
Además, priorizando a los estudiantes con mayor vulnerabilidad, en el marco del Decreto Supremo 4483, se entregó de manera gratuita, desde abril hasta octubre, 19.602 computadoras Kuaa; se tiene previsto entregar 17.322 dispositivos adicionales hasta diciembre del presente año, también se distribuyeron 4.273 celulares y tablets.
Este 11 de noviembre se inició la entrega del incentivo al acceso, permanencia y conclusión de estudios regulares, como es el bono Juancito Pinto, que beneficiará a más de 2,3 millones de estudiantes de todo el país, de los niveles de primaria y secundaria, con una inyección económica de más de Bs 486,1 millones.
Presidente Arce conmemora los 240 años de la muerte del líder indígena Tupac Katari y le rinde homenaje
El presidente Luis Arce rinde homenaje este domingo, en la localidad de Peñas en el municipio paceño de Batallas, al líder indígena Tupac Katari, de quien se conmemora 240 años de su muerte.
“Estamos en Peñas para participar en los actos de conmemoración por los 240 años de la muerte del líder indígena Tupac Katari”, publicó el mandatario en su cuenta en la red social de Facebook.
Tupac Katari adoptó ese seudónimo en homenaje a los líderes indígenas Tupac Amaro II y Tomás Katari. En realidad, su nombre fue Julián Apaza.
En 1781, sitió la ciudad de La Paz en dos oportunidades. La primera, por un lapso de tres meses y la segunda por un mes. En ambos casos, dejó a la mencionada población sin alimento en contra de los opresores coloniales de la época. Así se convirtió en uno de los íconos históricos de la defensa de los pueblos indígena originario campesinos.
Tupac Katari fue traicionado por un indígena de su movimiento y apresado por los españoles y condenado a muerte en Peñas un 15 de noviembre de 1781. Su cuerpo fue descuartizado y cuyas frases célebres antes de morir fueron: “Yo moriré, pero volveré y seré millones”.
Piden a legisladores de CC y Creemos no cobrar por los días de paro y no actuar con doble moral