María Paco Condori fue víctima de agresiones, hostigamiento y un proceso infundado por los conflictos suscitados durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez. Fueron dos acontecimientos que marcaron la memoria y llenaron de dolor el corazón de María, una madre de familia que relató lo que vivió al programa Somos Democracia, un espacio de la Red de Medios Estatales.
Después del golpe de Estado de 2019, pobladores del municipio de Pampa Grande, en Santa Cruz, salieron en una marcha pacífica a reclamar por el desayuno escolar, ya que los recursos destinados a este beneficio, fueron desviados para financiar los bloqueos de los cívicos cruceños, según denuncia María.
En esa manifestación, María recuerda que llegaron policías, militares y cívicos a reprimirlos con piedras y palos, es ahí donde ella recibe un golpe en la espalda y efectivos policiales la detienen. “Fue muy doloroso para mí porque me han hecho dejar a mi hijo de dos años. Cinco policías me llevaron a Mairana culpándome de ser dirigente y convocar a la marcha”, describe, aún con el dolor latente.
"Nos insultaron y nos amenazaron con armas. Yo decía: ‘aquí se va acabar mi vida, ya no voy a ver a mis hijos’”, cuenta.
Otro hecho que María recuerda con bastante dolor, es la oportunidad en que vecinos se organizaron para exigir elecciones y libertad de expresión en 2020. “En mi casa preparábamos comida y refresco para mis compañeros que se estaban movilizando, pero los cívicos llegaron para pelear”, relata.
Después de eso, la Fiscalía inició un proceso en contra de ella y su esposo. “Nos han calumniado, yo no he visto qué es lo que ha pasado cerca de mi casa. Aún no he salido de este problema. Este proceso me ha dejado muchas deudas, he gastado harto dinero por algo que yo no hice”, manifiesta.
Paco pide justicia y que el calvario por el que ella atraviesa concluya. “Los cívicos y la Policía rondaban mi casa, por miedo tuve que irme a los Yungas”, señala.
