La Paz, 11 de febrero de 2023 (ABI). – Un programa de ayuda estatal lleva el nombre de Viviana Mallque, una mujer de 28 años víctima de feminicidio cuyo verdugo fue el padre de sus dos hijos, un niño, Santos, de siete, y la nena, Luciana, de cuatro años.
“Los maltratos de mi marido”, fue el diario manuscrito que la joven madre escribió desde 2018 y que con su misma mano temblorosa entregó a su afligida madre poco antes de la feroz y última paliza que la llevó al hospital con muerte cerebral.
Las páginas de un cuaderno de escuela describen relatos conmovedores, de golpiza tras golpiza que no le permitieron a su maltratado cuerpo una recuperación física.
Su nombre y sus historias conmovieron al país hasta que falleció la fría madrugada del jueves 2 de diciembre de 2021.
Su agresor, acusado de intento de feminicidio, apeló a chicanas jurídicas y estuvo a horas de quedar en libertad. La muerte de Viviana lo impidió y los fiscales cambiaron la tipificación del delito a feminicidio casi a regañadientes.
María Quispe, viuda, hoy de 60 años, recordó que ahorró hasta los “centavos” para cubrir las facturas médicas de su hija Viviana, el alimento de los dos nietos a su cuidado, gastos de escuela y el transporte para la peregrinación a los fríos juzgados alteños.
La anciana se presentó, en su momento, en varios medios de comunicación pidiendo ayuda al ciudadano.
María es una mujer humilde, de pollera, aimara, anciana y muy pobre y aguarda que la justicia no la discrimine por toda esa carga social que lleva y en nombre de la memoria de su hija la justicia actúe como tal.
Una nueva vida
El pasado domingo 5 de febrero, María Quispe recibió de la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, una vivienda en el barrio San Roque de la ciudad de El Alto.
El Programa de Vivienda Social —que entrega soluciones habitacionales a jefas de hogar, víctimas de violencia y feminicidio— lleva el nombre de su hija: Viviana Mallque.
Al entregar la primera solución habitacional a la anciana y los dos nietos, ahora de nueve y seis años, la titular de la Presidencia explicó que el programa es un mandato
del presidente Luis Arce en reconocimiento a la lucha de las mujeres.
“El Presidente instruyó la implementación del programa de vivienda social Viviana Mallque, que prevé construir viviendas para las jefas del hogar y víctimas de violencia para garantizar una vida digna”, explicó la autoridad.
Fue necesario, dijo, un tiempo prudente para el diseño e implementación del programa al que describió como “fundamental” para dignificar la vida de las familias de las mujeres que sufrieron violencia.
María compartirá el hogar con Luciana y Santos, sus nietos, ahora sus hijos.
El programa se desarrolla a través del denominado Ayni Social de la cartera de la Presidencia, en coordinación con los ministerios de Obras Públicas y Justicia.
Bolivia declaró al 2022 Año de la Revolución Cultural para la Despatriarcalización: Por una Vida Libre de Violencia Contra las Mujeres.
Acciones de corto, mediano y largo plazo se desarrollaron en ese lapso para la implementación de reformas en el terreno judicial.
Igualmente, fueron elaborados planes, programas productivos y proyectos orientados a coadyuvar a la independencia económica de las mujeres bolivianas.
“La vivienda de María, la mamá de Viviana, dignificará sus condiciones de vida”, dijo Prada.
La vivienda, construida por la Agencia Estatal de Vivienda, tiene todo el equipamiento que fue proporcionado por la Unidad de Acción Comunitaria y Gestión Solidaria del Ministerio de la Presidencia.
“Muy feliz estoy con esta vivienda que me ha dado el presidente Luis Arce y la hermana María Nela, por la ropa, los zapatos, los catres, todo mi corazón lo agradece”, indicó la anciana mujer.
Dijo que hasta hace poco compartía con sus nietos “un cuarto pequeño” y que durante siete meses sufrió con su hija en terapia intensiva.
“Sin plata estaba y nadie me ayudaba”, recordó.
“Pero ahora, es diferente”.
Ubaldina
El caso de Viviana Mallque recuerda al de Ubaldina Choque.
A Ubaldina le aplastaron el cráneo, permaneció en estado de coma dos meses y en “un milagro médico” dio a luz, antes de morir, a una niña.
Ahora la bebé, bautizada como Valentina, podría ser dada en adopción.
Sus tres hijos, una adolescente y dos niños, quieren a la pequeña a su lado, los abuelos sexagenarios también. Sin embargo, la pobreza en el norte potosino, donde vivió y creció, una de las regiones más deprimidas del país, no se los permite.
El nombre de Ubaldina Choque formó parte de los 94 feminicidios que registró Bolivia en 2022.
Donato, su asesino confeso, está prófugo de la justicia.
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