Representantes de organizaciones sociales, integrantes del Pacto de Unidad, senadores, diputados, autoridades departamentales y municipales visitaron la Planta de Amoniaco y Urea (PAU), localizada en Bulo Bulo, Cochabamba, para conocer la situación en que se encuentra y como parte de la tarea de control social que realizan en defensa de los intereses nacionales.
Según un boletín institucional, el presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Wilson Zelaya, recibió en instalaciones de la planta en Bulo Bulo, a la numerosa comitiva que realizó una breve visita.
“Realmente me siento muy complacido de que ustedes estén aquí como entes fiscalizadores y controladores de nuestra labor. Nosotros somos servidores de la patria y estamos a disposición suya para entregar lo mejor que tenemos, lo mejor de nuestro conocimiento para conducir la empresa”, manifestó Zelaya.
Recordó que gracias a la gestión del expresidente Evo Morales, de las autoridades de YPFB y la visión de gente que apostó por la industrialización, se proyectó la construcción de la planta y en 2017 se la puso en marcha.
El 14 de septiembre del 2017 arrancó la parte de producción del complejo de Amoniaco y Urea con el gas transportado desde la planta Carrasco a través del gasoducto que construyó YPFB Transporte, señaló.
“Entre el 2017 y el 2019 la producción de la PAU despegaba y se empezaba a generar ingresos para Bolivia; sin embargo, las malas decisiones de malos gobernantes hicieron que la planta se pare y produzca un daño económico muy grande al país”, lamentó Zelaya, en alusión al gobierno de facto.
La autoridad también explicó a los asistentes que la pérdida causada por la paralización de la PAU no sólo es porque se dejó de vender urea, sino también por la pérdida de credibilidad en los mercados a los que trabajosamente se había logrado ingresar como los de Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina, Perú y por supuesto, el mercado interno boliviano.
