Senasag entrega 88 certificados de Predios Libre de Brucelosis y Tuberculosis a lecheros de Villamontes
Senasag entrega 88 certificados de Predios Libre de Brucelosis y Tuberculosis a lecheros de Villamontes

La encargada de “Brucelosis Bovina y Pequeños Rumiantes” del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) en Tarija, Amelia Jurado, informó que se entregó 88 certificados de Predios Libre de Brucelosis y Tuberculosis, a productores lecheros de las colonias menonitas “El Palmar y Bajío Verde”, en el municipio de Villa Montes.

De acuerdo con un boletín, explicó que este trabajo se realiza desde el año 2019, mediante la toma de muestras de sangre y leche para laboratorio del 10% del total de la población ganadera en distintos periodos del año.

“Es muy importante para los productores lecheros, porque con este documento el Senasag certifica que el ganado es libre de esta bacteria y esto mejorará sus ingresos económicos, porque su producto ya tiene esta garantía”, aseveró. 

La Brucelosis es una enfermedad zoonótica que puede afectar al ser humano al consumir leche cruda o no bien procesada, por lo que el certificado es la garantía para que la población pueda consumir ese alimento y tenga la seguridad de que es un buen producto, señaló. 

Añadió que se seguirá socializando el programa en los municipios del departamento de Tarija, principalmente en zonas productoras de leche que son: San Lorenzo, Padcaya y el Valle con el propósito de apoyar y certificar la producción de la región.


 
Salas del TSJ superan el 50% de resolución de causas en el primer semestre 2021
Salas del TSJ superan el 50% de resolución de causas en el primer semestre 2021

El presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Ricardo Torres, resaltó este viernes la capacidad de resolución de causas que se lograron en el semestre en Sala Plena y salas especializadas, que superaron el 50% en todos los casos.

“La Sala Plena durante el primer semestre de 2021, ha conocido 246 causas, han sido resueltas 139, lo que significa porcentualmente que el 57 por ciento de las causas han sido resueltas”, expresó Echalar, durante la Rendición Pública de Cuentas del primer semestre 2021.

Detalló que en la Sala Civil ingresaron 403 causas y hasta la fecha han sido resueltas 362, lo que representa un 90%.

“No existe mora procesal, ni retardación de justicia, las causas estarían al día”, aseveró.

En la Sala Penal se tenían 696 causas, de las que se logró resolver 380, lo que representa el 55%. En tanto, la Sala Social Primera tiene un avance del 48% de causas y la Sala Social Segunda alcanzó un 77% de causas resueltas.

“Como Tribunal Supremo de Justicia entendemos y estamos seguros que hemos cumplido con nuestra función principal, que es la de administrar justicia y son los datos estadísticos que están siendo puestos a conocimiento del pueblo boliviano, los que deben ser observados, juzgados o cuestionados, porque ahí está nuestro trabajo como jueces del Estado Plurinacional de Bolivia”, indicó.

Asimismo, resaltó el trabajo realizado por los funcionarios de las salas: magistrados, asesores y personal de apoyo jurisdiccional, por el desempeño durante los primeros seis meses de la gestión 2021.


¡¡¡Ya va a partir el tren!!!
¡¡¡Ya va a partir el tren!!!

Hace un par de días anunciaron el avance de las obras del Tren Metropolitano en Cochabamba. Con mucho orgullo e ilusión, las y los cochabambinos pueden ver el avance de un proyecto que se había imaginado hace muchísimos años, que se había gestionado hace unos diez años y que ha comenzado a concretarse desde finales de la gestión 2017.

Luego de una etapa previa de gestión de financiamiento externo, el Gobierno nacional decide invertir más de 447 millones de dólares directamente desde el Tesoro General de la Nación, ahorrándole al país inversión en tiempo (pues la aprobación de un crédito requería la implementación de un procedimiento aún más tedioso) y recursos económicos que hubieran tenido que cancelarse como parte de las cuotas de pago del crédito que debía comprometerse.

Con tres líneas en su primera fase, Mi Tren se ha convertido en una de las inversiones más grandes e importantes en las ciudades de nuestro país y uno de los proyectos de mayor envergadura en la región metropolitana Kanata. Adiciono a esto, que Mi Tren es el primer proyecto que ha sido definido en base a estudios sobre una visión Metropolitana de los problemas que enfrentan nuestras grandes ciudades.

Este proyecto, que tiene su estación central en la antigua estación de trenes en pleno centro comercial de Cochabamba, y que beneficiará a la población de 6 de los 7 gobiernos municipales que conforman esta región metropolitana, ha logrado trascender de una tradicional visión sectorial de un proyecto, para pensar en la influencia que la inversión en transporte urbano va a generar (y ha generado ya) en su ruta de intervención.

No es de extrañar que, a medida que se iban socializando las rutas, las características, las condiciones y las necesidades para su implementación, las y los vecinos de los barrios por los que pasa el tren, hayan comenzado a hacer otro tipo de requerimientos de servicios básicos, de servicios públicos de calidad, de espacios públicos adecuados, de seguridad ciudadana, de empleo y productividad. De igual manera, a medida que se iban conociendo las rutas, las paradas y las características concretas del proyecto, vecinas y vecinos de esos barrios han comenzado a planear el cambio de sus vidas (en términos sociales y también económicos), porque ese efecto tienen las grandes inversiones.

Hasta el año 2019, a pesar de las dificultades de coordinación con la administración inestable de José María Leyes, el tren ha ido avanzando en su ejecución y hasta ese tiempo inclusive se habían logrado hacer algunas pruebas de campo sobre el funcionamiento de las cabinas del tren.

El 2020, producto de la incongruencia con la que se ha gestionado el Estado, este proyecto, como muchísimos otros, tuvo que sufrir una paralización. Prácticamente después de su posesión, el gobierno del Presidente Lucho anuncia la reactivación del proyecto más emblemático de Cochabamba, luego de Misicuni. Así, la inversión pública (tan necesaria en el ejercicio de reactivación económica) como las actividades de una Unidad Técnica de Ferrocarriles echada al olvido por desconocimiento, por malicia o por cualquier otro motivo, comenzaban nuevamente a tomar ritmo y pretendían alcanzar velocidad crucero. Como cualquier otro proyecto de inversión pública, éste ha sido objeto de observaciones y denuncias que en algunos casos han implicado una supuesta ausencia de transparencia en la ejecución de la obra (dejaré los detalles y las justificaciones para otros, sin embargo, es un tema estructural que se debe discutir, enfrentar y actualizar en todo el Estado).

Hoy podemos ver que las manos de los obreros van aceleradas a cumplir sus tareas, los técnicos del tren hacen una y más pruebas para tener todo listo, las autoridades hacen inspecciones en el día y en la noche, para asegurarse que ningún detalle quede al azar, mientras las y los cochabambinos ven pasar ilusionados esos vagones, rememorando las glorias de una antiquísima empresa de ferrocarriles que ha dejado en el ojo de los k’ochalos esa lágrima nostálgica y ese optimismo de que, con el tren, lleguen también días mejores para esta cálida tierra.

Y así como van avanzando, también van apareciendo ingenuos que, por ausencia de información, por incapacidad de comunicar de parte de las autoridades responsables, o simplemente por aquella rabia que ha caracterizado este último tiempo, encuentran siempre la manera de desportillar una imagen que debería ser ensalzada por todas y todos. Ahí mismo aparecen (y seguirán apareciendo, de un lado y de otro) personas que no aceptarán los logros del otro, simplemente porque no piensa como él quisiera.

A pesar de eso, lo que trae el tren en sus vagones no es solamente a la gente que quiere un transporte limpio, novedoso, amigable con el medio ambiente y económico. Lo que trae el tren consigo es la posibilidad de pensar una nueva manera de desarrollar nuestras ciudades. El ejercicio de integralidad (al que apelaré siempre por su necesidad urgente para responder de mejor manera a los desafíos de nuestros centros urbanos) tiene en el tren una gran ventana para demostrar que, independientemente de los colores políticos y las tendencias ideológicas, las autoridades locales y nacionales tienen en su objetivo principal, la respuesta efectiva a las necesidades de la gente.

Por donde el tren esté pasando (e incluso un poquito más allá) la ciudad ha cambiado y seguirá cambiando, no solamente desde el aspecto o las condiciones físicas, sino también desde los ejercicios de convivencia y culturales. Las autoridades locales y nacionales deben tener la capacidad de entender ese tipo de cambios para enfrentar los nuevos desafíos.

Y por sobre todo eso, el tren nos trae a los usuarios, la oportunidad de demostrar que tenemos la capacidad de recibir proyectos novedosos tecnológicamente y que, como buenos ciudadanos, estamos dispuestos a cuidar este esfuerzo que, más allá de haber sido iniciativa de algunos, es hoy un patrimonio de todas y todos.

El tren trae muchísimo más que sus vagones. El tren trae ilusión de un futuro mejor. Dependerá de nosotros cuidarlo, alimentar esa ilusión, empujar ese futuro hacia donde mejor le haga a la gente que más necesita.


Rumbo a la reactivación económica
Rumbo a la reactivación económica

El presidente, dentro de la feria más representativa del país, llamó a los empresarios grandes, medianos y pequeños del país para empezar a rehabilitar la economía con trabajo conjunto por la consolidación del camino de la estabilidad y del crecimiento económico con justicia social.

Hizo referencia al trabajo arduo del empresario emprendedor y honesto, desde los pequeños, medianos, grandes, que trabajan por el bienestar del pueblo y del departamento. También señaló que la tarea del Estado está firme con cifras que hasta enero y abril de 2021, la economía boliviana logró un crecimiento estimado del 5,3% con una importante dinámica de la minería, construcción, hidrocarburos, industria manufacturera y comercio, entre los principales rubros. Según datos estimados del Índice Global de Actividad Económica (IGAE) del 2021, tenemos 5,3%.

En la minería, presenta un crecimiento acumulado de 34,2%; construcción, 17,9%; hidrocarburos, 10%; la industria de manufacturas, 9,6%; comercio, 8,4%; y otros servicios, 8,1%. Durante el período enero y abril de 2021, se registró una recuperación de los indicadores de comercio exterior. Las exportaciones, en promedio, llegaron a $us 3.096 millones, con un crecimiento de 34%; mientras que las importaciones alcanzaron a $us 2.643 millones, un ascenso de 15,8%, según cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Se registró una fuerte recuperación de las exportaciones de la industria manufacturera y de minerales; se logró una balanza comercial positiva. Respecto a la tasa de desempleo abierto urbano, se registró descenso, de 9,7% en enero de 2021 a 7,6% hasta abril de 2021. Asimismo, el ministro aclaró que la recuperación de la economía en 2021 está sujeta a que los efectos de la pandemia no ralenticen el funcionamiento económico.

En el contexto de la Fexpocruz, el mandatario se refirió a que después de un año de interrumpir la economía boliviana con la crisis que vivió el país a causa de la  mala administración y malas políticas para sobre llevar la pandemia que dejaron un país roto, ahora el Gobierno nacional trabaja de manera ardua para generar las condiciones que necesita el boliviano para reactivar las empresas y aliviar el problema del desempleo y, por consecuencia, la economía crezca y beneficie a todos por igual.

Martín Moreira/.


Una evaluación a la economía de la región
Una evaluación a la economía de la región

La situación política regional genera muchas incertidumbres, principalmente relacionadas al forcejeo entre dos corrientes que representan, en general y con los matices respectivos en cada uno de los rincones de la región, a diferentes sujetos sociales con programas e ideologías distintas, e incluso, notoriamente opuestas.

Nos proponemos analizar algunos elementos de la situación económica de América Latina y las particularidades de ciertos componentes nacionales de la misma para comprender las tendencias, probables perspectivas y, tal vez, las necesidades del subcontinente.

El crecimiento económico: logros, fracasos e incertidumbres

Bolivia, no solamente ha sorprendido con unos resultados económicos positivos desde el Gobierno de Evo Morales, cuyo crecimiento está por encima del promedio regional durante el período, sino que ha propiciado varios cuestionamientos acerca de cuáles habrían sido las estrategias asumidas para alcanzar esta hazaña en un país que estaba sumido en la pobreza y con pocas oportunidades para salir de ella.

La situación del crecimiento económico de Bolivia con el promedio total regional de América Latina y otros dos extremos: con la economía del Paraguay, que es la segunda que más crece después de Bolivia; y con el crecimiento económico de la Argentina, que es el país que menos crece en la región.

El desarrollo económico de la Argentina ha tenido un período positivo del 2002 al 2008, luego se presentó su sensibilidad a la crisis financiera de 2008, con una recuperación inmediata; pero en el 2013 la crisis de los precios de las materias primas afectó su crecimiento, esta vez sin recuperación por el retorno del modelo neoliberal.

Por su parte, la pobreza en Bolivia disminuyó de 66,8% (2002) a 35,1% (2017), mientras que la reducción de la pobreza extrema se verificó de 34,2% a 16,4% en el mismo período. Esta última cifra ha sido todo un logro en Bolivia, porque estaba muy por encima de todos los países de la región, y la reducción de la pobreza tiene una tendencia decreciente para el conjunto de los países en el mismo período, al margen de su crecimiento.

Origen y efectos sociales de las acciones económicas

Pero la reducción de la desigualdad nos muestra algo muy interesante. Bolivia, de tener una altísima desigualdad en 2002, con el 54,9% en el índice de Gini, muy por encima del 53% del promedio latinoamericano, ha disminuido hasta el 46,1% en 2017, poco menos del promedio de América Latina, que es del 46,6%. Otros países que tienen un crecimiento destacable han disminuido en menor proporción: de 56,0% a 50,3% en Paraguay; de 54,9% a 51,1% en Colombia; y de 50,7% a 45,4% en Chile, en el mismo período.

En la perspectiva neoliberal, el gasto social es un costo incómodo para el capital. En Bolivia, el éxito económico viene acompañado de conquistas sociales, porque es expresión de un modelo soberano que se basa en lo social y lo prioriza.

En líneas generales, el  2021, para Bolivia, proyecta un crecimiento de la economía de 4,7, esto está respaldado por el crecimiento de las exportaciones, que llegaron a $us 3.096 millones, con un crecimiento de 34%, mientras que las importaciones alcanzaron a $us 2.643 millones, un ascenso de 15,8%, según cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Se registró una fuerte recuperación de las exportaciones de la industria manufacturera y de minerales; se logró una balanza comercial positiva. Respecto a la tasa de desempleo abierto urbano, se registró descenso de 9,7% en enero de 2021 a 7,6% hasta abril de 2021.

Martín Moreira/.


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