Impulsan diplomado en Derecho Laboral para abogados, dirigentes y trabajadores
Impulsan diplomado en Derecho Laboral para abogados, dirigentes y trabajadores

La ministra de Trabajo, Verónica Navia, informó que abogados, dirigentes de organizaciones sociales y trabajadores de base podrán acceder en los próximos días a un diplomado en Derecho Laboral, coauspiciado por la Central Obrera Boliviana (COB) y la Escuela de Gestión Pública Plurinacional (EGPP).

“El afán nuestro es mejorar, no sólo los servicios del Ministerio de Trabajo, sino también las capacidades reivindicativas de las organizaciones sociales. Este proceso de formación académica posibilitará la comprensión, cumplimiento y el ejercicio pleno de los derechos laborales de los trabajadores, tanto en las empresas e instituciones públicas, como privadas”, afirmó según un boletín institucional.

La autoridad estatal explicó que el curso estará dirigido a dos grupos principales: abogados profesionales que deseen ejercer el Derecho Laboral y a dirigentes sindicales y trabajadores de base con “conciencia revolucionaria” para que estén preparados para afrontar la lucha de clases.

“El sindicato que no sea revolucionario, que no esté cargado de conciencia de clase, no defiende los derechos de sus bases, no defiende los derechos de su clase, por lo tanto, no está preparado para confrontar a la burguesía y sus intereses”, recordó.

El anuncio fue formulado durante el acto de graduación de la primera promoción de la Escuela Sindical de la Confederación General de Trabajadores Fabriles de Bolivia (CGTFB) en Cochabamba, donde 70 trabajadores recibieron su certificado de participación luego de seis meses de formación sindical. 

En la ocasión, Navia destacó que esa entidad de formación sindical tiene un contenido político profundo, pues en ella “se transmite conductas revolucionarias, conductas nuevas y de compromiso”.


 
“Le Monde” sale al rescate de Añez y defiende la impunidad en Bolivia
“Le Monde” sale al rescate de Añez y defiende la impunidad en Bolivia

En Francia es posible escandalizarse por la visita del diputado Mélenchon a Bolivia y, al mismo tiempo, exonerar a la principal responsable de las masacres ocurridas un año antes en el mismo país. Así, en un artículo publicado el 21 de marzo en Le Monde, ignorando la cronología de los hechos y en contra de todas las pruebas, se atribuye al gobierno de Evo Morales la muerte de 35 personas ¡antes de su renuncia en noviembre de 2019!. En honor de la verdad y en respeto a las víctimas hay que señalar varias omisiones y falsedades.

En primer lugar, la renuncia de Morales no fue voluntaria ni el resultado de un levantamiento espontáneo de la población por una acusación de fraude electoral, sino que fue forzada por la intervención de las fuerzas armadas bolivianas. Su Comandante, ahora huido de la justicia, lo expresó así: “sugerimos al presidente que renuncie a su mandato, permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”. Con semejante presión de las fuerzas armadas, que se asemeja a una amenaza en debida forma de quienes sostienen el uso de la violencia legitimado por el Estado, ya no era posible que un presidente elegido democráticamente desempeñara sus funciones en condiciones normales.

En segundo lugar, al ocultar la causa de la dimisión, esa omisión se ve reforzada por la ocultación de las palabras del presidente Morales al anunciar su marcha, cuya motivación fue “evitar un baño de sangre”. Esto aún no había ocurrido en el momento de su dimisión. Por otra parte, se produjeron repetidas agresiones por parte de la oposición contra periodistas, directores de medios de comunicación, representantes institucionales y ministros, considerados como incondicionales de Evo Morales. Estos gravísimos atentados no se mencionan en la presentación de los hechos, que el artículo resume con la expresión “un presunto golpe de Estado”, con comillas incluidas. Además, el artículo atribuye falsamente a la gestión de Evo Morales las 35 muertes que se produjeron por la intervención de las fuerzas armadas bolivianas. La omisión de la fecha de las 2 masacres, por muy conocida que sea, impide situar correctamente la cronología de los hechos. En realidad, las víctimas deben contarse entre las personas que se manifestaron “por el retorno de la democracia” en Sacaba y Senkata en el intervalo de una semana, del 15 al 19 de noviembre de 2019. Asimismo, se debe restablecer la cadena de responsabilidades señalando la firma del Decreto 4078 por parte de Añez el día anterior, que permitía a los miembros de las fuerzas armadas el uso de armas de guerra con una exoneración de responsabilidad respecto a posibles víctimas.

Por último, la omisión de la fecha en la que Añez tomó posesión de su cargo como “presidenta de un gobierno de transición” en el período previo a la celebración de nuevas elecciones contribuye a la confusión sobre la cronología de los acontecimientos. Esta importante omisión se ve agravada por el contenido del artículo, cuyo tema principal es la prolongación de la detención preventiva de Añez por parte de la justicia boliviana, lo que refuerza la impresión en la mente del lector de que la acusada no tiene ninguna relación con los hechos que se le imputan, siendo esta idea de una “injusticia” evidente por los comentarios recogidos de su familia.

¿”Pacificación” o salvaje represión? 

Al día siguiente, 22 de marzo, Le Monde volvió a la carga. En un artículo titulado “En Bolivia, la oposición impugna la detención de Jeannine Añez “, el autor alude tímidamente esta vez a una posible responsabilidad de Añez en “las masacres”. En efecto, se citan entre comillas: “según los términos utilizados por la CIDH”.¡Como si hubiera alguna duda sobre la calificación que merecen estos hechos de una gravedad sin precedentes! Especificando que “¡La Sra. Añez tenía la pesada tarea de conducir a su país hacia la pacificación!” la autora parece matizar la responsabilidad de Añez, evitando establecer el vínculo entre esta supuesta “pesada tarea” y los hechos que admite, a saber: “al menos 19 personas murieron y otros cientos resultaron heridos por las fuerzas del orden y los militares”. Sobre todo, omite mencionar que la CIDH había denunciado lo siguiente: “el uso excesivo de la fuerza a través de la realización de operativos conjuntos entre la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, así como la promulgación del Decreto Supremo Nº 4078, cuyo propósito era eximir de responsabilidad penal a los miembros de las Fuerzas Armadas (…) La Comisión observa que el Decreto Supremo Nº 4.078 estaba vigente al momento de las masacres de Sacaba y Senkata. Al respecto, la CIDH recuerda al Estado que, de acuerdo con los estándares interamericanos de derechos humanos, el Decreto 4.078 es jurídicamente inaplicable por su invalidez y que, en consecuencia, los hechos de violencia cometidos durante los días en que estuvo vigente no pueden ser amparados por ningún tipo de amnistía o exención de responsabilidad de los agentes estatales“. Por lo tanto, al firmar este decreto, Añez dio luz verde a las masacres, prometiendo impunidad a los autores.

¿Podemos, pues, considerar seriamente estos asesinatos como el resultado inesperado y desafortunado de un deseo de “pacificar” el país? Recoger el argumento de la interesada, que había insistido en esta noción afirmando haber “pacificado el país” en contra de toda evidencia, no es una visión objetiva.  El Defensor del Pueblo del Estado Boliviano contestó esta reclamación. En su informe de 313 páginas publicado en septiembre de 2020, esta organización niega esa inversión de la realidad: “no ha existido ni existe un proceso de pacificación real en el país (…). Aunque las movilizaciones sociales y los bloqueos de carreteras han cesado, las operaciones conjuntas de la policía boliviana y las fuerzas armadas, así como la exención de responsabilidad penal prevista en el Decreto Supremo 4078, la persecución de los opositores políticos, la violación sistemática de los derechos humanos y el manto de impunidad que los rodea no permitirán el restablecimiento de la paz y la armonía en el Estado Plurinacional de Bolivia.”

La persecución de los opositores bajo el régimen de Añez es indiscutible, como reconoce el mismo artículo: “gobernó con mano de hierro durante un año, persiguiendo a los dirigentes del MAS, algunos de los cuales se vieron obligados a exiliarse”. Pero en lugar de informar sobre las manifestaciones que exigen justicia y reparación para los familiares de las víctimas, el autor se centra exclusivamente en la línea de defensa de Añez, destacando el deseo de impunidad de sus partidarios: “las manifestaciones se han multiplicado en los últimos días en varias ciudades, particularmente en Santa Cruz. Los comités cívicos exigen “la liberación inmediata de los presos políticos”. ¿Creen que están soñando? No, se trata de presentar a Añez como una víctima ante el sistema judicial. “Las imágenes que la muestran tras los barrotes de una decrépita celda en una comisaría de La Paz (…) han dejado huella“. Y también: “Para muchos, es el símbolo de una ‘justicia a la orden’, según el abogado Ramiro Orias, miembro de la Fundación por un Juicio Justo”. O también: “Jeannine Añez, que sufre de hipertensión (…) clama por la ‘persecución política’“, así como el ineludible testimonio de José Miguel Vivano, director para las Américas de HRW, para quien la detención de Añez es “una vendetta política”. El círculo se completa cuando se constata la indiferencia de estas organizaciones por las víctimas del régimen de Añez, y se compara con el clamor que ha provocado su detención preventiva.

El abogado citado apunta a “una acusación frágil”, porque “los actos de terrorismo nunca han existido, es un abuso del sistema penal el que califica de terrorismo a un movimiento de protesta social”. Para él, el objetivo de la decisión es “castigar la disidencia”. Añez está acusada de “sedición, conspiración y terrorismo”, a los que se han añadido los cargos de “resoluciones contrarias a la Constitución y las Leyes, decisiones contrarias a la economía y abuso de influencia”.

Hay que recordar que los miembros de la CIDH reaccionaron rápidamente en el momento de las masacres de la población civil, acudiendo al lugar en pocos días. El informe recogía numerosos testimonios de las víctimas y formulaba recomendaciones como el establecimiento de una misión de investigación internacional independiente sobre los hechos en cuestión. No es baladí recordar la reacción del “gobierno de transición” tras las conclusiones de la organización. “El trabajo de la CIDH es vergonzoso, por decirlo de una manera bastante delicada; es increíble ver cómo pueden comportarse algunas personas. Este trabajo no está bien hecho y lo vamos a corregir” – declaró el Ministro del Interior no electo Arturo Murillo. “Vamos a mostrar las pruebas de lo que ocurrió en nuestro país (…) (porque) este informe no refleja la realidad de los hechos” – y concluyó diciendo que el informe favorecía el “narcoterrorismo” – el término favorito del régimen para los opositores del MAS.

Por último, la idea de que es necesario llevar a Añez ante la justicia sólo se insinúa cuando la autora afirma que “por el momento, algunos hechos quedan impunes”. En realidad, el artículo insiste claramente en una sola idea, la de una “persecución política contra Añez “. Una indignación que comparten dirigentes como Bolsonaro, que criticó su detención al considerar que “la acusación de golpe de Estado no es razonable”. El golpismo en América Latina tiene hermosos días por delante…

Finalmente, Le Monde tardó casi un mes en rectificar discretamente sus errores al final del enlace a su artículo. Animemos a difundirlo como se debe: “Corrección, 14.04.21 a las 21 horas: Una versión anterior de este artículo, basada en un informe de la Agence France-Presse, afirmaba erróneamente que sobre Luis Fernando Camacho pesaba una orden de detención. También dijo que Jeanine Añez había tomado posesión como presidenta interina debido a un vacío de poder. De hecho, se había autoproclamado presidenta, ignorando la falta de quórum en la Asamblea Nacional. También se dijo que 35 personas habían muerto antes de la dimisión de Evo Morales cuando, en realidad, tres personas murieron en las manifestaciones previas a su dimisión. Otras personas murieron en otras manifestaciones después de que Jeanine Añez tomara el poder. Nos disculpamos por estos errores.

Alex Anfruns / .


Causas de la derrota del MAS en las elecciones subnacionales
Causas de la derrota del MAS en las elecciones subnacionales

Diputados, senadores, dirigentes y comentaristas proclives al partido de gobierno, señalan que la derrota del MAS en las elecciones subnacionales, no fue tal, ya que la disputa fue entre masistas, los unos los oficiales, los otros los disidentes. Este es solo un autoconsuelo y una justificación pueril que no explica nada y que, por el contrario, confunde la situación, ya de por sí bastante confusa al interior de este partido.

Para empezar, los disidentes ya no son del MAS, han constituido nuevas siglas o se han plegado a otras ya existentes. Decimos siglas porque son eso, solo nombres que no reflejan posiciones políticas o ideológicas, menos aún programáticas. El tiempo, más temprano que tarde, nos ilustrará si se han desplazado a otra corriente política o mantienen al menos los rasgos fundamentales de los documentos del MAS, vale decir el antiimperialismo, el antineoliberalismo y el socialismo comunitario. Si se trata del desplazamiento a otras corrientes, falta saber hacia cuales, si hacia el centro político o hacia la derecha. Lo evidente es que los disidentes han logrado dividir y lograr el triunfo con la votación sumada de la derecha, en todos los casos.

Las causas mas profundas de la derrota deben ubicarse al interior del propio partido. Tienen su origen en grupos que se sintieron desplazados o marginados del aparato de Estado en los 14 años de gobierno. No se manifestaron durante las dos últimas campañas electorales sino en forma puntual y aislada, se hicieron visibles al final de la última campaña y con mayor intensidad una vez que el triunfo electoral se hizo evidente. Su plataforma se expreso en la renovación y el cambio generacional en la conducción del gobierno, en el veto a todas las autoridades de las gestiones pasadas, no se percibía ningún planteamiento político de fondo, aunque en casos también aislados se llegó a plantear una crítica a la propia gestión del gobierno; en este aspecto comienzan las similitudes con la acerba crítica de la derecha.

Otro aspecto que es cada vez más importante, se refiere a las diversas corrientes ideológicas que siempre han existido en el MAS. Desde la izquierda revolucionaria marxista, la socialdemocracia, el nacionalismo, el indigenismo y hasta corrientes francamente de derecha. Estas últimas se han manifestado abiertamente en algunos parlamentarios electos en 2020.

Especialmente el indigenismo ya ha calado profundamente en algunos sectores en el departamento de La Paz, en El Alto y en provincias de la costa lacustre. Esta corriente divide la unidad lograda lenta y trabajosamente en el campo popular entre las clases explotadas y las naciones oprimidas, entre el proletariado urbano y rural, los campesinos pobres y medios, las amplias capas de trabajadores independientes, las clases medias citadinas progresistas y revolucionarias y las naciones oprimidas, ubicando como principales las contradicciones por el color de la piel, mal llamadas contradicciones entre “razas”, asume formalmente como la contradicción principal, la que enfrenta a las naciones oprimidas con la nación opresora, en el fondo se sustenta en la lucha entre indios y blancos, de esta forma sectores medios no indígenas, quedan en el frente enemigo, incluso aquellos denominados despectivamente como mestizos o cholos.

Este escenario ha sido eficazmente aprovechado por la derecha en dos frentes de modo simultáneo. El primero, es apoyar a estas corrientes divisionistas, a aquellas que sustentan la conciliación y la concertación con la derecha, que pondera a sus representantes como “amplios” como “pacíficos” y “democráticos”, frente a aquellos “radicales” y “violentos”.

El segundo es el de mayor importancia y se refiere a la acción de zapa, a la infiltración de elementos francamente derechistas en el seno de las direcciones departamentales e incluso en la representación parlamentaria de Santa Cruz, con dos objetivos concretos: dividir la organización y acentuar dentro del MAS, el desprestigio y el ataque a Evo Morales, para lograr descabezar y anular su liderazgo. No pudieron lograrlo desde afuera, en la confrontación directa, la infiltración fue la nueva estrategia, que, al parecer, - por lo menos hasta ahora – está logrando sus objetivos.

Otros factores que no deben olvidarse, y que se arrastran desde el referéndum de 2016 son los graves errores que se cometieron al irrespetar su resultado, con argumentos y maniobras en el Tribunal Constitucional que no hicieron sino desprestigiar aún más al gobierno.

Finalmente, como aspecto culminante es aquel de la elección de los candidatos a alcaldes y gobernadores. En la campaña de desprestigio a Evo Morales, que se desarrolla tanto desde la oposición como dentro del MAS, protagonizado por las corrientes mencionadas, se asegura que el origen del fracaso es el “dedazo” del jefe, es él, quien de modo arbitrario y personal habría decidido el nombramiento de todos y cada uno de los candidatos, obviando y contrariando la opinión de las bases.

La causa del fracaso no es ni puede ser una sola, menos aún ésta, que, sin dejar de tener importancia, la tiene en grado secundario. 

No conocemos si Evo Morales decidió personalmente alguno o muchos de los nombramientos, lo que si podemos afirmar es que el argumento del candidato de las bases es insostenible.¿Es que existía solo un candidato de las bases? Falso, todos pudimos observar las peleas entre varios candidatos de “las bases”, en Santa Cruz, en Potosí, en Tarija, en Oruro, en La Paz, etc, etc.¿Cuál era el verdadero?, ¿cuál el que tenía mayor apoyo?, ¿cuál el que representaba la línea política del partido? Son preguntas que con seguridad quedaran sin respuesta. Por otra parte, son las direcciones departamentales y locales las que de una u otra forma presionan para que sus candidatos sean los nombrados, aún así, ni siquiera entre ellas existía unanimidad, la profusión de candidatos fue la regla.

Hay sin embargo excepciones, una de ellas es El Alto. Ciertamente se difundió tanto desde sí misma, como de sus allegados, así como sugerentemente de la propia derecha, la imagen de Eva Copa como la única luchadora valiente que enfrentó el golpe y dio “la cara”, como ella misma afirma, a diferencia de otros y otras que escaparon. No conocemos sin embargo,  amenazas y persecución alguna de los golpistas contra Eva Copa. Ella pudo entrar y salir sin restricción alguna a la Asamblea Plurinacional, a diferencia de las restricciones y amenazas que sufrieron Adriana Salvatierra o Susana Rivero, mucho menos los actos terroristas contra el hermano de Víctor Borda y la vivienda del senador Rubén Medinacelli. No conocemos, y esperamos que las huestes golpistas no hubieran cometido las vejaciones contra la madre de Eva Copa, que cometieron contra la madre de Vilma Alanoca. Por el contrario, Eva Copa, junto a unos pocos diputados y senadores del MAS fueron calificados por la derecha golpista como “concertadores” y “viabilizadores” de la política de “pacificación” del gobierno fascista, que ocasionó el genocidio de compatriotas. Pero, en fin, quedó y se impuso en el imaginario popular general y especialmente alteño la imagen positiva y heroica de Eva Copa, que no compartimos, no solo por lo señalado, sino por otras actitudes y compromisos que serán analizados en otra oportunidad.

En estas circunstancias, el nombramiento de otro candidato, dejando al margen a Eva Copa, fue impopular, creo que, con pleno convencimiento de las negativas consecuencias electorales, sin embargo, resta saber si la decisión fue por consideraciones de lealtad política o solo una apreciación fallida del nombre y la persona de los candidatos(as), resta saber también si fue Evo Morales o la dirección alteña del MAS, la que decidió el nombramiento del candidato.

Finalmente reiteramos que el fracaso electoral tiene las causas anotadas de forma resumida, que no solo afectan una votación, sus consecuencias son de una mayor y profunda connotación, política que rebasa ampliamente los nombres de los candidatos y que por el contrario siendo de carácter estructural, político e ideológico, pueden afectar la hegemonía del MAS y su proyección política.

 


Cinco contenedores de vacunas rusas llegan este miércoles a Santa Cruz para reforzar la inmunización nacional contra el COVID-19
Cinco contenedores de vacunas rusas llegan este miércoles a Santa Cruz para reforzar la inmunización nacional contra el COVID-19

Bolivia recibirá este miércoles cinco contenedores de las vacunas rusas Sputnik V para reforzar la campaña de inmunización en la lucha contra el COVID-19. Se prevé que el lote llegue a Santa Cruz por la mañana.

“Estaríamos esperando a que lleguen mañana a Santa Cruz entre las 06.00 y 07.00 de la mañana, para posteriormente ser embarcadas a la ciudad de La Paz y al PAI nacional”, indicó el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco.

El embajador de Rusia en Bolivia, Mikhail Ledenev, confirmó que 25.000 dosis están garantizadas para este miércoles 14 de abril y que a partir de mayo se regularizará los envíos de vacunas hasta completar lo solicitado por el país.

En diciembre de 2020, el Gobierno firmó un contrato con Rusia para el abastecimiento de 5,2 millones de dosis de la vacuna Sputnik-V, con el fin de suministrarlas de forma gratuita y voluntaria a la población boliviana en la campaña de inmunización.

Los cinco contendores serán transportados por Transportes Aéreos Bolivianos (TAB) desde EEUU hasta Santa Cruz, para luego ser trasladados hasta La Paz para su respectivo cuidado en el Programa Ampliado de Inmunización (PAI). Su distribución a los departamentos dependerá de los requerimientos que realicen los servicios departamentales de salud (Sedes).

“Los Sedes todavía tienen vacunas y estas vacunas requieren condiciones especiales de refrigeración. Entonces, a los Sedes que requieran y que terminen sus vacunas que se les entregó, se les irá distribuyendo estas dosis que es un tema que lo ve exclusivamente el Ministerio de Salud”, aseguró.


En reunión del Ecosoc, Canciller reitera que las vacunas son un bien común de la humanidad
En reunión del Ecosoc, Canciller reitera que las vacunas son un bien común de la humanidad

El canciller Rogelio Mayta planteó que las vacunas son bienes comunes de la humanidad para la salud y la vida, en el marco de su intervención en la reunión del Consejo Económico y Social (Ecosoc) de Naciones Unidas (ONU), realizada este lunes en la modalidad virtual.

“Antes que la crisis económica hay que resolver la pandemia, dar una solución global al problema que afecta a toda la humanidad: lograr la inmunidad del 70% de la población mundial para superar la enfermedad. Para eso toda empresa farmacéutica privada o estatal que tenga la capacidad de producir las vacunas, debiera hacerlo, asumiendo que las vacunas son, en último término, bienes comunes para hacer real el derecho a la salud y a la vida”, señaló.

El Canciller boliviano fue contundente ante esta coyuntura de crisis sanitaria al proponer superar las barreras comerciales en pro de la producción de vacunas. “Los Estados y líderes del mundo, debiéramos buscar sin demora cómo superar cuanta regla comercial que impida que eso (producir vacunas) suceda”, subrayó.

Las propuestas bolivianas presentadas ante el foro, se sustentan en la situación global que produjo la pandemia, donde además se denunció que la publicitada ayuda de las potencias no alcanza.

“Estamos en un escenario de inequitativa distribución de vacunas e insumos médicos en el que salen perdiendo los pobres. El mecanismo COVAX, de ayuda de los países ricos, es absolutamente insuficiente”, denunció Mayta.

El titular de la diplomacia boliviana recordó que desde varios escenarios internacionales se denunció la inequitativa distribución de los inmunizadores. “Líderes de opinión del mundo, gobernantes de varios países, organizaciones nacionales e internacionales denunciaron la injusticia de la crisis sanitaria global”, apuntó.

En el campo económico, Bolivia propuso ante Naciones Unidas, un acuerdo global de la deuda para los países en desarrollo, la condonación o refinanciamiento de la deuda externa a nivel global, la recuperación económica con enfoque de desarrollo integral y sostenible, y la transformación democrática de los organismos financieros mundiales.


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